Fin de fiesta pendientes del fallo del jurado

El fin de fiesta fue por alegrías para Martín, Pardo, Remolino y Santander, reclamos de la última función de cuartos de este COAC 2014. Sus repertorios brillaron en una noche con protagonismo para la decisión del jurado, aunque antes fueron nueve agrupaciones las que buscaron el pase con sus letras.

La jornada comenzó con buen pie gracias al coro de Julio Pardo y Antonio Rivas, a buen nivel en letras e impresionante en cuanto a voces, música y afinación. Llenan el escenario con su potente conjunto estos artistas del circo caletero, que dedicaron sus tangos a las gaditanas que sostienen tantos hogares y a Antonio Martín, en lo que fue un precioso homenaje al coplero. No desentonaron los cuplés y el popurrí sacó todo el partido a unas gargantas de lujo, que apuntan muy alto en este Concurso.

La chirigota de Kike Remolino fue de menos a más para completar un buen pase, dedicando sus letras a su madre tras superar un cácer de mama y a la alcaldesa. Cuplés para los zurdos del grupo y para una confusión después de una noche de borrachera, simpáticos. Lo mejor del repertorio, un popurrí que es top en su modalidad, de los mejores si no el mejor de este año. Tras ellos, flojo pase de Los de izquierda S.A., con poco repertorio para estas alturas de Concurso y regular en cuanto a interpretación.

También se despidió del presente COAC la chirigota de Puerto Real Vamos a dar que hablar, con un repertorio digno y un gran esfuerzo en lo que a interpretación se refiere, aunque su popurrí no acabó de funcionar. Antes del intermedio, otro plato fuerte de la noche, Los hippytanos de Antonio Martín, regalaron su repertorio al respetable buscando tomar posiciones de cara ya no a las semifinales, sino a la final del próximo viernes. Dedicaron sus pasodobles a la polémica expulsión de su cofradía de Martínez Ares hace ya 21 años por un pasodoble de Los miserables y al Príncipe, para que tome el testigo de su padre "antes de que salga otro Tejero tirando a matar" y aplique la justicia hasta a su propia familia. Así “te gritaría viva la monarquía hasta el más republicano”, según Martín. Discutible, aunque respetable su opinión. Curiosamente destacaron más sus cuplés, ambos muy buenos. El primero fue fresco no, fresquísimo, rematado con la caída del Whatsapp de esta misma tarde. El segundo, a las letras tristes del Concurso de este año, fue incluso mejor. El conjunto de voces y el sello de un grupo de calidad incuestionable les mantiene en todas las quinielas, aunque los pasodobles decayeran respecto a su primer pase.

La cuenta atrás tras el descanso comenzó con el coro La legión extranjera, que disfrutó de un nuevo pase. A continuación, Los 8 emperaores completaron un buen pase reivindicando Andalucía con su elegante sello clásico. Precisamente el compás más puro y más gaditano tuvo de nuevo en Manolo Santander a su estandarte en el Falla con Los destripadores de la calle Londres. La chirigota ofreció un gran pase, lanzando dos pasodobles de altura. El primero para los que critican a la cola del Falla y no dicen nada de otras colas que sí que dan vergüenza, como la del paro o la que hay en la puerta de los comedores sociales; el segundo, precioso, narra la historia de un gaditano en Alemania que muere por su tierra y sueña cada día por volver. Despuntó el segundo cuplé, a la de motes que hay en Cádiz, rematado con uno para la alcaldesa, la Carapalio. El popurrí, divertidísimo, les confirma como candidatos a todo en el presente Concurso. Cerró la función la comparsa Patio las malvas, de nuevo con el grupo muy por encima del repertorio.