Desfile de altura para la cabalgata

la calle toma el protagonismo | el desfile magno

El gran desfile sorprendió con un potente cortejo donde reinó la fantasía y enormes seres en forma de animales de granja, marinos, o brujas que hicieron las delicias de los más pequeños Faltaron muchas agrupaciones adultas del Concurso del Falla

Desfile de altura para la cabalgata
Desfile de altura para la cabalgata
Virginia León

08 de febrero 2016 - 01:00

Desfile de altura para la Gran Cabalgata del Carnaval de Cádiz. Una comitiva que arrancó a las cinco en punto de la plaza Ingeniero de la Cierva, con un potente cortejo surtido de fantasía, una decena de carrozas y salpicado por varios espectáculos con hinchables de gigantescos animales de granja, aves y fauna marina que hicieron las delicias de los pequeños en varios puntos intercalados. Un poco larga, quizás, alcanzando hasta las dos horas de recorrido. Pero gustó.

Abrían la procesión carnavalesca las tradicionales charangas -'Estamos de clausura hasta el moño' y 'Alicia en el país de las maravillas'- y algunas agrupaciones del Concurso Oficial de Agrupaciones, en su mayoría de la cantera, sorprendiendo la ausencia del concurso de adultos, pero con el cuarteto de Gago, 'Los sereníssimos', la chirigota de El Love, 'Los que viven de gañote' y la comparsa de Jesús Monje, como grata excepción, aparte de la comparsa 'La guayabera' en su propia batea y la chirigota de Selu, 'Si me pongo pesao me lo dices', a bordo de la carroza del pregonero. El resto decidió no acudir al encuentro más esperado por los pequeños aficionados.

Tampoco faltaron la tradicional Banda de Majorettes y su serpenteante desfile, a las que seguía una banda de música procedente de Cartagena poco acorde al resto del cortejo.

Pero la cosa comenzó a tomar altura cuando un cerdo de gigantes dimensiones daba paso a esta peculiar granja con vaca, caballo, gallina y cabra motorizadas y música incorporada, para animar un cortejo cuya primera carroza Aires de Cádiz -bonita y de grandes dimensiones- , comenzaba a dar pistas de un desfile magno que no iba a defraudar al público. Faltó el ritmo en la primera parte del trayecto, eso sí, con largos tramos de espera que la hicieron aburrida pese a su potencial, pero pronto retomó la marcha y a buen pie.

El grupo de trajes típicos de Bolivia, presente en ediciones anteriores, fue una de las exhibiciones multiculturales que discurrieron por la Avenida. Los ritmos de su país se unieron a los de Bollywood, los del Carnaval de Brasil y a la danza africana, en sendos espectáculos con exhibición de fuegos y de tambores incluidos y samba brasileña, en un gran despliegue de plumajes y de aparatosos y espectaculares trajes, ya casi al final del desfile. Una cabalgata en la que, en general, pudieron verse a muchas mujeres ligeras de ropa -entre majorettes, cabareteras, bailarinas brasileñas...- , pese a las bajas temperaturas de febrero, y a lo antiguo que ya queda en estos tiempos de lucha conta la cosificación de la mujer. Pero bueno, esto es Carnaval.

Precisamente una de las comparsas más reconocidas del Carnaval del Concurso del Falla, `La guayabera', entonaba sus sones cubanos como previa a la segunda carroza, Hércules de Melkart, en una divina y dorada representación de la deidad fenicia de Tiro, con atuendos fenicios y romanos el de sus integrantes.

Les seguían en el trayecto más charangas de trogloditas y colegiales, antes de llegar la carroza más cadista -Territorio cadista-, donde los colores azul y amarillo se fusionaban con la fantasía carnavalesca esculpida en forma de grandes rollos de serpentinas.

Y la mirada seguía de nuevo alzada para seguir el simpático Akelarre de Fantasía que protagonizaron unas enormes brujas motorizadas. Ambiente hallowiniano que continuaba en la carroza Carnaval del Terror, con calabaza, calaveras y otros seres maléficos de grandes dimensiones. Espíritu que recogía la demoníaca carroza del Dios Momo, como no podía ser de otra manera, con un sonriente Juan José Téllez a bordo.

Le precedían las charanga 'El circo' y 'Las Carreras de Ascot', y unos gigantes en forma de trols.

La música envolvió de nuevo el ambiente de la mano de la banda la Agrupación Sagrada Cena, que ataviados con tipos de Carnaval continuaban amenizando el desfile que divirtió mucho con especímenes de aves exóticas y una planta carnívora enormes que hizo reír a los pequeños.

Y más música y más danza, al que se sumó el de una corte de bailarinas de espectaculares trajes acampanados que no les restaban ni un ápice de elegancia en su danza.

La esencia hindú inundaba la carroza de Bollywood, donde repartían papelillos y serpentinas el pregonero y las ninfas infantiles.

La charanga 'Mamma Mía' departió a los cuatro vientos los temas del musical en un dinámico momento que enfatizó el espectáculo Un mar de color, a base de cañonazos de serpentinas.

Pablo Carbonell iba en la carroza Antología Gaditana, que protagonizaba inevitablemente Juan de Selu, pues la chirigota acompañaba al pregonero.

La pequeña carroza de la A.VV. de Puntales Tarugo y un grupo con aires de Venecia y su Carnaval daban paso a los gigantescos seres marinos de Oceanía, donde un delfín, un pulpo, un cangrejo y un caballo de mar tenían que esquivar con arte el alumbrado, en este recorrido de seres enormes.Una comitiva acorde a la carroza Atlantis, habitada por aquellos seres de la leyenda.

Como leyenda fue y sigue siendo los personajes de Star Wars, que montaban en la penúltima carroza entre los láser y máscaras de Darth Vader y el encanto de las princesas Leia. Todo un clásico más actual que nunca tras su reciente estreno. El punto y final lo puso la carroza de Cleopatra, encarnada por la Diosa del Carnaval y su corte de Ninfas.Un faraónico punto y final para una más que digna cabalgata. De altura y alturas.

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