De postre, la Gran Final del Concurso del Falla. El coro de Miguel Ángel García Argüez el Chapa demuestra que no está de más en esta fase del certamen de coplas con un repertorio muy comprometido en la presentación y el popurrí al tratar a fondo la precarización que sufre el sector de la hostelería, la turistificación o los cambios en estos negocios. Junto a ello, no pierde su espíritu crítico a diestro y siniestro. Porque en su última actuación, al mismo nivel de lo mostrado a lo largo de todo el COAC, le cae a los dos lados políticos, aunque de distinta forma. Primero le toca a la izquierda en la figura de Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y líder de Podemos en la reserva. Lo hacen con mucho acierto para mostrarle sus contradicciones con el chalet de Galapagar o su sueldo cuando fue ministro y afearle su actuación dentro del partido por "purgar a tus compañeros". Por ello, le acusan de cinista y falto de coherencia, por lo que le llaman embustero y embaucador, y le señalan por no tener "escrúpulos ni decencia". Por la diestra, le toca el segundo tango a Antonio Burgos, recientemente fallecido, del que dicen que no se merece ningún respeto por "machista, viejo clasista, monárquico resabiado, racista y homófobo sin complejos". Unos calificativos por los que sienten vergüenza por contar con una calle en Cádiz, por lo que piden que se le dedique a "otra persona con más honor y más solvencia". El menú se queda bastante insípido en los cuplés, de relleno a estas alturas. En el primero, el cocinero cuenta el secreto de su crema de verduras al hacerla con "el nabo", pero el alimento, no el otro. Cierran la tanda con una consulta de telemedicina por un dolor en el coxis cuya exploración acaba en operación de fimosis. ¡Bote! ¡Gracias!  

Actuación en semifinales

Un menú para sibaritas, pero con mucho contenido. El coro del Chapa mantiene su línea reivindicativa en un buen tercer pase, con una propuesta muy crítica y que es clara en su denuncia sobre la precariedad que sufre el sector de la hostelería. Aunque un poco más irregular en las letras, se confirma en la pelea por entrar en el Gran Final. Resalta que en un certamen gaditano se le cante a los problemas de Cádiz. Y uno de ellos es la situación de las murallas, que abordan con acierto y originalidad –es un tema al que nadie le ha cantado a pesar de su importancia–. Lo hacen recordando que “nos protegen sin pedir nada” desde hace siglos. Una “coraza ostionera” que protege a la ciudad como una madre hace con sus hijos, por lo que ahora que están “rotas y viejas” denuncian con tino que se están derrumbando “por la indolencia de los políticos” y piden a los gaditanos que “nos toca defender a las murallas”. Más profundo y bien hilvanada es la segunda letra a la situación de España a partir de los sueños de niños que quieren ser periodistas, jueces, policías y médicos. Unos deseos que poco valen en una “España podrida” por los problemas que existen en cada una de estas profesiones, por lo que estos sueños son “lo más revolucionario” en este país. Por ello, esperan que deje de dar vergüenza con las próximas generaciones. Sin embargo, en esta ocasión sí se caen un poco los dos cuplés, por lo que no terminan de redondear el pase. En el primero, tienen como idea innovadora para el pregón del Dios Momo que metan a David Carapapa en una freidora. Flojete el segundo a un vecino que pierde el bañador en la playa, por lo que se tapa con el cucurucho de las colillas. ¡Buen provecho!

Con opciones

Cuartos de final

El tipo. El gremio de la hostelería. Las coplas. El Restaurante Cádiz abre sus puertas para inaugurar los cuartos de final. El coro del Chapa mantiene las bases del primer pase, con un repertorio con mucho contenido crítico sobre la precariedad en el sector de la hostelería. Unas letras punzantes le hacen meterse de lleno en la pelea. Con un tango que entra fácil, las letras aciertan por su enfoque. Destaca la primera por moverse en una línea muy diferente al tratar la polémica de la decisión de Horeca de traer estudiantes marroquíes para cubrir las vacantes que no se ocupan por la falta de camareros.Afirman con mucho tino que los culpables son “los jefes capitalistas” y no unos compañeros que “no están robando tu trabajo”, por lo que reclaman que no se diga de la clase obrera que “somos racistas”. También saben enfocar la segunda letra de denuncia a los vientres de alquiler a partir de la definición de lo que es el vientre de una mujer. Por eso, maldicen a quien “paga un vientre como mercancía reproductora” y convierte a una madre “en su incubadora”. Los platos de los cuplés no tienen tanto sabor. De primero, ponen uno algo previsible a que ya se permite la entrada de animales a los establecimientos, aunque ellos a quien temen es “al perro del propietario”. Más resultón es el segundo a un cuplé que le piden a la inteligencia artificial, que lo acaba rematando con “un nabo como la Torre de Preferencia”. El popurrí vuelve a brillar como una pieza muy completa y con mucho fondo.

Muy buena.

Preselección

El tipo: El gremio de la hostelería. Las coplas. Un repertorio que dice muchas cosas sobre un tema de rabiosa actualidad. El coro del Chapa luce en su primera actuación con un pase redondito y reivindicativo en el que disecciona con tino la situación de la hostelería en Cádiz, una ciudad que vive entregada al turismo. Desde la presentación, en la que el personal del Restaurante Cádiz cuenta la verdad del sector, las coplas van creciendo poco a poco gracias tanto a la crítica punzante como a una selección musical que transmite con facilidad el mensaje. Todo esto sin olvidar el clasicismo en el tango con una música cocinada con la serenidad suficiente para que la letra brille. Esto se ve en la primera, de presentación y al servicio de la melodía para recordar “la vieja receta”. Sobresale la segunda al Sheriff a partir de la definición de buena persona, por lo que se alegran de que una buena persona sea el pregonero. Cumplen con el expediente en los cuplés. En el primero, Rubiales les pide picos en vez de pan y, en el segundo, Andy se despide de Lucas. Rematan el menú con un popurrí sin desperdicio y con críticas a la nueva cocina, la turistificación y la precariedad. ¡Buen apetito!

Muy buena.

La previa

El coro de Miguel Ángel García Argüez el Chapa ha conseguido hacerse un hueco en la modalidad del tango con repertorios muy reivindicativos tanto en concepto como en repertorio. Un ejemplo de ello fue el coro 'Al-Ándalus', semifinalista en la edición de 2023 del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla. En este 2024, volverá a estar presente con 'El gremio'.

Conocido como el Coro Libertario, esta agrupación se estrenó en el COAC en el año 2018 con 'Tiempos modernos', con música de Tino Tovar y con Antonio Procopio como cabeza visible del proyecto. Consiguió el pase a las semifinales, escalón del que nunca se ha bajado. 

Ya en 2019, el Chapa se estrenó como músico con 'Gran reserva', también semifinalista. En 2020, este coro se despegó un poco de su trayectoria con 'Gloria bendita', aunque repitió en semifinales. Tras el parón por la pandemia, Procopio y García Argüez separaron sus caminos. Fruto de ello fue el cuarto premio con 'Tierra y libertad'. 

En este 2024, Miguel Ángel García Argüez también hará la letra de la comparsa 'Los colgaos', en la que será su tercera participación junto a Raúl Cabrera y Javi Bohórquez tras conquistar el tercer premio en 2022 con 'Los renacidos' y el segundo premio en 2023 con 'Los esclavos'.