COAC 2022

Chirigota 'La misión (el Evangelio según Santander)'

  • La chirigota de Manolín Santander, José Manuel Sánchez Reyes y Carlos Pérez Pérez

Chirigota 'La misión (el Evangelio según Santander)'

Cádiz es una religión. Igual que el Carnaval, por lo que no hay mayor misión que mantener las tradiciones gaditanas y, sobre todo, la chirigota de toda la vida. Tras un pase frío en semifinales, la chirigota que lidera Manolín Santander mantiene el tipo de lo que se espera en la GranFinal gracias a una enorme tanda de pasodobles que levanta al público. Tanto que acaba eclipsando al resto de repertorio de dos maneras muy diferentes, pero íntimamente relacionadas con elCarnaval. De hecho, el metacarnaval copa la primera letra pero para dejar las cosas claras –con muchísima razón– respecto a las ausencias que se han producido en la modalidad en este Concurso, denunciando que cuando la ciudad los necesitaba “muchos pegaron la espantada”. Una queja que tiene una lectura interna, pero, sobre todo, también otra externa por la gran cantidad de grupos de fuera que han renunciado a concursar porque “este año coincide con la feria”, por lo que dejan muy claro que “somos sus hijos los que no abandonan a su madre”. Y para cerrar, una sentencia para enmarcar: “No salgo en chirigotas, yo soy chirigotero”. La emoción sale a borbotones en la segunda letra, en la que recuerdan el último pasodoble de ‘La maldición de la lapa negra’ a “la enfermedad maldita” para recordar que, a pesar de “los sinsabores” desde aquella noche, tienen con sus hijos “cinco razones hermosas que curaron nuestros corazones”, por lo que han tirado hacia delante. Esta enorme distancia hace que los cuplés no brillen tanto, aunque ambos sean simpáticos. En el primero, un cura echa tanta agua bendita en un tanatorio que el muerto lleva ya puesto el chubasquero y los dos manguitos. Rematan el Concurso con el bastinazo correspondiente, en este caso en forma de mensaje en un sobre de azúcar con el que un camarero les advierte que su ligue “tiene un nabo como una grúa de los astilleros”.

Semifinales

El tipo. Misioneros. Las coplas. Una misión evangelizadora para seguir contando las cosas de Cádiz de la manera más gaditana. A pesar de las adversidades, la chirigota de Manolín Santander, Carlos Pérez y José Manuel Sánchez Reyes se mantiene en pie cuando se mueve en el ámbito en el que mejor se mueve, el del gaditanismo que rezuma especialmente en el popurrí. Ante un público algo frío, resisten con solvencia en las coplas de estreno, aunque a los cuplés les falta un puntito para redondear la actuación. Los pasodobles sí alcanzan la excelencia que se espera de este grupo con dos buenas letras, equilibrando la crítica de la primera con el piropo de la segunda. Arrancan fuerte con la denuncia sobre la turistificación que sufre Cádiz, en donde el “gaditano más sumiso” va a entregarle la ciudad a los forasteros. Denuncian de forma certera que el turismo se cuida como “nuestra única receta” mientras que el Gobierno manda a la tanqueta a la protesta del metal y se cierra Airbus, por lo que al final se acaba poniendo “el culo” en verano al turista. Destaca la originalidad el piropo del segundo a La Viña a partir de su redescubrimiento después del confinamiento, por lo que afirman que es “para confinarse toda la vida”. Los dos cuplés solo son simpaticotes. El primero está un poco por debajo al repasar las comparsas de este año. Manolín no sale este año con ‘Los renacidos’, por lo que se han gastado en maquillaje todo el dinero que “se iba a comer en alpiste”. Algo mejor el segundo al bronceado anal, por el que acaban colocando una lata de cerveza en el “ojo moreno” de uno en la playa.

Valoración de Diario del Carnaval

Muy buena. Muy buena.

Muy buena.

Preliminares

El tipo. Misioneros. Las coplas. Las enseñanzas de Manolo Santander siguen muy presentes en su chirigota y su hijo, que toma su testigo para que La Viña siga sonando en el Falla. Y lo hacen por derecho, con un repertorio muy gaditano por el que no ha pasado el tiempo. Una misión que cumplen con creces y les dispara dentro del Concurso. Desde la presentación, con unos mandamientos tan gaditas como “no compréis tabaco, que pedirlo está mejor” o no cometer actos impuros, por lo que uno “se puede hacer una pajita pero sin el dedito metido en el culo”, el olor a Santander se mantiene muy presente. Un sabor que estalla con los pasodobles, tan reconocibles como emocionantes tanto en lo musical como en las letras. La herencia sigue presente en la primera, que levanta al público, en la que Manolín se pasa a la chirigota para decir con ella “lo que te quiero” y llevarla hasta el cielo. Magnífico el segundo en homenaje a Juan Manzorro y Paco Rosado a partir del pasodoble “Paseaba apuraíllo” de ‘Los llaveros solitarios’. Dos gaditanos con dos maneras diferentes de ver la ciudad que entraron de la mano en el cielo. Simpaticotes los dos cuplés, en los que un tatuaje del Che Guevara se transforma en Echenique y su abuela Charo lleva de todo en el tacataca. Para enmarcar el estribillo. Las vueltas al calendario y las tradiciones de Cádiz dejan un popurrí de altura, sobre todo con la cuarteta de “¡cofrades, a la calle!”.

El veredicto de Diario del Carnaval

Muy buena Muy buena

Muy buena / Miguel Guillén

La previa

La chirigota 'La misión (el Evangelio según Santander)'. La chirigota 'La misión (el Evangelio según Santander)'.

La chirigota 'La misión (el Evangelio según Santander)'.

Una de las noticias más gratas del regreso del Concurso del Gran Teatro Falla tras la pandemia es la vuelta a las tablas del antiguo grupo de Manolo Santander tras su fallecimiento. Tras despedirse en las propias tablas en el año 2019 con un primer premio con 'La maldición de la lapa negra', Manolín Santander, su hijo, recoge la herencia chirigotera con 'La misión (el Evangelio según Santander)'. 

La intención del grupo es muy clara: mantener el legado de Manolo Santander con una chirigota muy clásica y muy gaditana. Se mantiene como autor de letra José Manuel Sánchez Reyes, cuya unión con Santander ha sido muy fructífera tanto en repertorios como en resultados con 'Los de Cádiz norte' (segundo premio en 2017), 'Los brujos titis' (semifinalista en 2018) y 'La maldición de la lapa negra' (primer premio en 2019). 

Se une como autor de letra y música Carlos Pérez, uno de los baluartes de esta agrupación que en este 2022 da un paso al frente para mantener vivas las coplas de Manolo Santander. 

Con estos ingredientes, esta chirigota se convierte en uno de los principales alicientes del COAC 2022, tanto en el apartado emotivo por el recuerdo a Manolo Santander como en el lado puramente del repertorio, ya que es una de las agrupaciones más esperadas y que parte con la vitola de favorita en esta modalidad. 

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