Divino, maldito, asfixiante, necesario, pobre –tan pobre–, boyante –prodigiosamente acaudalado–, y en una constante paradoja entre el respeto a su pasado y sus ansias de futuro se retrata así misma la fiesta más grande de Cádiz en El Carnaval de lo invisible, el documental de Jaime Roldán y Pedro Parrado que se estrenó la tarde de este jueves en los Multicines El Centro.

Y es que, aunque todas las preguntas que engendraron el proyecto de los sevillanos tuvieron su respuesta, durante los dos años (2018-2020) en los que ha sido rodada la cinta, la gran incógnita que queda en el aire para los realizadores es si Cádiz saldrá de “las contradicciones” que de manera natural van saliendo a la luz entre las declaraciones de totems del Carnaval gaditano como Martínez Ares, Antonio Martín, Jesús Bienvenido, Sheriff, la chirigota del Love y Kike Remolino, entre otros. Discursos que van cosiendo una película que destaca la fotogenia de la ciudad huyendo de la estampa plastificada y buscando el latido de lo social.

La afición versus industria, por supuesto, queda como asunto irresoluble, pero hay más, los pasos de la mujer en el Concurso; los límites del humor; o el papel de la cantera van ocupando los primeros planos de los relatos de los artífices de la fiesta. Los que se ven (autores) y los que no se suelen ver (costureras, maquilladoras, artesanos). Los invisibles que hacen posible el Carnaval visible.

Todo ello a través de un viaje emocional planteado en 30 días “desde que se corta el primer erizo”, dice Parrado, (no en vano las primeras secuencias nos devuelven unos planos espectaculares de La Caleta y el barrio de la Viña) hasta que una agrupación (‘Los luceros’) pisa las tablas del Falla en la sesión preliminar del Concurso.

Entre un punto y otro, la modista Encarna Higuera que abre y cierra la cinta dándonos la dimensión de una pasión que no sólo abraza a los que se suben a las tablas; una agrupación viendo por primera vez su escenografía; un pasacalles infantil; la voz de las agrupaciones de la calle; una clase acelerada del origen del Carnaval... De todo y todos caben en una película también hecha “para todos” pero que no ha querido “contentar a nadie en concreto”, explican los directores.

Lo dicho, nacida de las preguntas, parida en las respuestas y acunada por la magia. “El realismo mágico particular”, tildan sus creadores, sobre el aire que envuelve a una ciudad que puede ser “la más creativa del mundo”.

Así la pinta García Argüez, como “no la ciudad que canta, sino la ciudad que habla”, poniendo la palabra en el centro de la fiesta; o Martínez Ares (“el Carnaval me salvó") que confiesa que cuando era un chaval fue la fiesta quien lo orientó a su vocación “de crear, de construir”. Así también la resalta Luis Rivero que pone en valor todo el caudal de talento de los gaditanos, como también lo hará Bienvenido o Sara Romero que también se duele, ¡claro que sí!, por lo que podríamos ser y no somos.

Una a una, las personas detrás de los personajes desfilan, como pasean los días a ritmo frenético hasta desembocar en las tablas del Gran Teatro Falla sin olvidar el calor de algún ensayo o el cariño de los que ya no están... Emocionante Chari Delgado tanto mirando a cámara como en la conversación con su hijo Carli Brihuega mientras ebulle ese pucherito que a tantos carnavaleros ha reconfortado.

Habla también Milián Oneto, en la cinta con el carnavalero Manolo El Largo y en la puesta de largo del documental con la prensa para recordarnos que en este tiempo que ha pasado desde el rodaje al estreno de El Carnaval de lo invisible “todos hemos cambiado”. Sin embargo, el pellizco, la ilusión, las ganas y hasta el veneno que provoca la bendita/maldita fiesta permanece atemporal, inmutable a pandemias, a tiempos y espacios. Hablemos de lo invisible. Habla el Carnaval (unos 40 participantes, que no es poco) y los escuchamos, y llevamos un debate interno, con nuestra cabeza y con nuestro corazón. ¿Por qué nos gustará tanto, dios momo de mi alma? ¿Por qué lo sufrimos tanto? Paradojas, de qué está hecha la vida sino...

Protagonistas

El Carnaval de lo invisible es una película que pone en pie la productora andaluza Bugaloo Studio, con la colaboración de Canal Sur, y que cuenta con un elenco de autores y directores de reconocida trayectoria  como Antonio Martínez Ares, Jose Luis García Cossío (Selu), Antonio Martín, Jesús Bienvenido, Miguel Ángel García Argüez (Chapa), Ángel Subiela, Jose Antonio Vera Luque, José Luis Ballesteros (Love), Adela del Moral, José Guerrero (Yuyu), Julio Pardo y Julio Pardo hijo, Antonio Pedro Serrano (Canijo de Carmona), Luis Rivero, Carli Brihuega, los hermanos Márquez Mateos (Carapapas), Kike Remolino, Manuel Morera, Ángel Gago, Miguel Ángel Moreno, Juan Manuel Braza (Sheriff), Pepe Silva, Jesús Silva, Patricia Andrés, Susana Ginesta, Manolo Sánchez y Milián Oneto, que a su vez es coguionista del propio documental.

Además, el relato también se construye con las voces de artesanos como Sonia Espinosa o Keko Trinidad, de las costureras Encarna Higuera o Chari Delgado, del técnico de sonido Mario Paramio, de las maquilladoras Sara Romero y Pilar Arjona, de la hija de Paco Alba, Cati Alba, y de la prensa encarnada por Manolo Casal, Javi Osuna y Ana Barceló (Mari Pepa Marzo), a la sazón, presidenta del Concurso Oficial de Agrupaciones de este año 2022.