Diario del Carnaval

El Carnaval de Cádiz y sus historias: el sabor de la chirigota de la peña Los 14

  • En un local de la cuesta de Jabonería nació una agrupación que fue todo un referente en los años 80 manteniendo los cánones clásicos

‘Los brutos secos’ en el Teatro Falla junto a Rocío Jurado, pregonera en ese 1985, y su marido Pedro Carrasco.

‘Los brutos secos’ en el Teatro Falla junto a Rocío Jurado, pregonera en ese 1985, y su marido Pedro Carrasco. / Kiki

En un rincón de la Cuesta de Jabonería nació a principios de los 80 una chirigota que iba a completar toda una década manteniendo el estilo clásico y siendo cada año una de las más esperadas del Carnaval gaditano. Ese rincón del barrio de Santa María se llamaba peña Los 14 resultados y de la misma salieron chirigotas como ‘Los brutos secos’, primer premio de 1985, el logro más importante de aquellos grandes chirigoteros a los que escribieron algunos de los autores más destacados de aquella época.

Ramón Obregón Leal fue uno de los protagonistas de aquella aventura junto a sus hermanos José Luis, Pedro y Antonio. “La peña nace en El Chato, en una cena de siete matrimonios que salíamos siempre. Se nos ocurrió hacerla y allí mismo salió el nombre de Los 14 resultados. Fue una de las peñas que más ha disfrutado por toda la provincia”, rememora. La peña se abrió a finales de los 70 y la primera chirigota fue ‘El padre Abraham y sus pitufos’, en 1981. En el croquis-boceto de la agrupación puede leerse que estaba patrocinada también por la peña La lechuga. “La idea surgió en el bar Pedrín, donde parábamos la mayoría. Lo que hace el arroyuelo”, apunta Ramón Obregón entre risas.

El croquis-boceto de la primera chirigota de la peña Los 14, ‘El padre Abraham y sus pitufos’. El croquis-boceto de la primera chirigota de la peña Los 14, ‘El padre Abraham y sus pitufos’.

El croquis-boceto de la primera chirigota de la peña Los 14, ‘El padre Abraham y sus pitufos’. / D.C.

Su hermano José Luis recuerda que la peña patrocinó a agrupaciones juveniles como ‘Aires hispanameños’ y ‘Bordón y prima’. “La idea de hacer la chirigota nace de mi hermano Pedro, quien llamó a Paco Campos y a El Cala para hacernos la música. Manolo García Benedicto nos escribió coplas”. Así nacieron aquellos pitufos.Un año después llegaba la primera final en el Falla, con ‘Los guardias del coto Doña Paca’, compuesta por Antonio Torres y Paco Campos, y dirigida por Pedro Obregón. Le siguió ‘Los matemáticos’, que no entró en la final pero fue la antesala de otro éxito. Esta vez de la mano de un mito como Ramón Díaz ‘Fletilla’, junto a Paco Campos, y la chirigota ‘Los concertistas desconcertados’. Cuarto premio para una agrupación en la que debutó un jovencísimo Bernardi Moreno. “Empecé a parar en la peña porque vivía cerca, en Sopranis. José Luis Obregón era mi oficial en un taller de barnizado. Salía en juveniles y entendió que yo cantaba bien, por lo que me invitó a salir con ellos”, recuerda Bernardi. Y con 18 años recién cumplidos entró en una chirigota ya asentada que iba a salir ese año, 1984, nada menos que escrita por Fletilla. “En aquel conjunto había muy buen ambiente, fueron grandes años. Eso sí, con su barril de vino, que para eso eran antiguos, añejos”.

Un buen número de autores importantes de la época participaron en la trayectoria de la chirigota

Ramón Obregón recuerda el cuplé de ‘Los concertistas desconcertados’ que se llevó todos los premios en los concursos de los tablaos, dedicado a la altura de los bancos de la plaza de Mina, recién remodelada, que dejaba a las personas que se sentaban con los pies colgando. “A Fletilla le gustaba mucho el Carnaval, lo vivía intensamente”, apunta José Luis Obregón.

La chirigota ‘Cada uno con la suya’, segundo premio de 1986. La chirigota ‘Cada uno con la suya’, segundo premio de 1986.

La chirigota ‘Cada uno con la suya’, segundo premio de 1986. / D.C.

Al año siguiente llegó el momento cumbre de la chirigota de Los 14. Todo un referente de la modalidad como Juan Rivero dejaba por primera vez a su grupo de San Fernando, con el que había cosechado grandes éxitos, para escribir a estos gaditanos junto a José Castellón ‘El Pellejo’, que hizo la música del pasodoble, y Paco Campos. Así, ‘Los brutos secos’ se alzó con el primer premio. Ya saben, “el patrón de los paraos es San Felipe González”. “Recuerdo que fuimos en autobús a Santiago de Compostela con la comparsa de Enrique Villegas y otras agrupaciones. En el primer reparto me dieron un cheque con 163.000 pesetas”, evoca Bernardi. Ríe cuando explica “algunos viajes en furgoneta sin sillones, con taburetes de la peña. No veas en las curvas” y recuerda a los noveles que “antes también salíamos en la tele y cantábamos por España”.

Con ‘Cada uno con la suya’ la chirigota vivió la cara más amarga en la final del Concurso del 1986

Sucedió a ‘Los brutos secos’ la chirigota ‘Cada uno con la suya’, con un enorme tipo en el que los yernos llevaban a sus suegras en borricate. Letra de Juan Rivero y música de un emergente Antonio Martínez Ares. Y aunque alcanzó el segundo premio, aquella final del 86 se convirtió en el momento más amargo de la historia de este grupo. En un ambiente más que enrarecido por el cajonazo a ‘Los cubatas’, el público la tomó con ‘Cada uno con la suya’, abucheando al conjunto. Si en sus respectivas presentaciones tanto ‘Las momias de güete...’ como ‘Los tontos de capirote’ decidieron hacer un homenaje a ‘Los cubatas’ cantando a su estribillo, la chirigota de Los 14 resultados se desmarcó de esta iniciativa. “Se repartieron cuatro o cinco palcos para abuchearnos. No quisimos unirnos a los homenajes. No teníamos que ver nada en eso, no era nuestra batalla ni teníamos porqué hacerlo”, expone Ramón Obregón.

Bernardi Moreno apunta que “lo de la final del 86 fue muy desagradable. No teníamos culpa de nada. Amigos míos que estuvieron en esa noche en el Falla nos abuchearon. Les pregunté por qué y me dijeron que era porque estaba abucheando todo el mundo”. El sofocón duró lo que duró y la chirigota se dispuso a girar por España. Ramón también destaca que “en la residencia Tiempo Libre cantábamos todas las noches de verano junto a la antología de la peña Nuestra Andalucía”.

Para el Carnaval 87 se produjo una ruptura con Juan Rivero. Al grupo no le sentó bien estar esperando la decisión del desaparecido coplero isleño. Este, finalmente, se decantó por volver con su grupo de San Fernando. “Tuvimos que montar una chirigota a la carrera y nos escribieron Miguel de la Viesca y Antonio Palo”, explica Ramón Obregón. Sacaron ‘Los alcaldes de barrio’ y repitieron final, logrando el tercer premio. En su estribillo dieron un toque a Rivero y a Paco Rosado, que el año antes, según cuenta Ramón, había puesto en tela de juicio el pase a la final de ‘Cada uno con la suya’ en detrimento de sus ‘cubatas’: “Nos gusta más el tintorro que el ‘Rosado’ y el ‘Ribeiro’, y como alcalde de barrio, Barrio Viejo que Barrionuevo'.

'Los porteros automáticos' en su local de ensayo. 'Los porteros automáticos' en su local de ensayo.

'Los porteros automáticos' en su local de ensayo. / D.C.

La chirigota no volvió a pisar una final. Ni en 1988 con ‘Ellas los prefieren gordos’ ni en 1989 con ‘Los porteros automáticos’, aunque esta chirigota era, para muchos aficionados, clara finalista. Con letra de ‘El Libi’ y música de José Manuel Prada. “Me retiré después de ‘Los porteros automáticos’, que fue una gran chirigota y debió estar en la final, pero el concurso tiene esas cosas”, expresa José Luis Obregón. Tampoco el último coletazo de este histórico grupo tuvo recompensa en el Falla. Fue en 1990 con ‘La familia Juan Palomo’, que llevaba letra de Pedro Romero y música de ‘El Pellejo’. Pocos años después cerraba la peña para siempre.

Así acabó una bonita historia carnavalesca. “Fueron grandes años de Carnaval, eso ya no se vive”, comenta Ramón Obregón. “Era un Carnaval más auténtico y familiar. En aquellos años muchos se creían artistas y al día siguiente tenían que levantarse temprano para trabajar. Ganamos algún dinero, pero no tanto como se decía. Para mí era más importante disfrutar”, concluye José Luis. Por Jabonería aún resuenan los ecos de aquellos pasacalles de la chirigota de la peña Los 14 que tanto aportó al Carnaval gaditano guardando la esencia y la tradición.

‘Chiqui’ Moriano, el único que salió en las diez chirigotas

Por el grupo de Los 14 pasaron en una década muchos componentes. Uno de ellos, Antonio 'Chiqui' Moriano, fue el único que completó los diez años, uno más que Antonio Obregón. Integraron en alguna ocasión este grupo Antonio Miranda 'Antoñito', luego reconocido comparsista, o José Manuel Escandón 'El Cuñao', que estuvo en siete de las diez y posteriormente durante muchos años con El Selu. Chano Lores, Paco Sibón y Tomás García Maline fueron algunos de los que más presencias completaron. Y otros conocidos chirigoteros también participaron en alguna ocasión: Luis Galán, Juan Chaves, José Espinosa, Andrés Monzón, Fernando Ortiz, José Luis Fernández Millo, Juan Antonio González Callesi, Juan José Aguilar 'Juancho' (también muchos años guitarra con El Selu) o Francisco Paricio 'El Cara'.

Obregón, Sibón y Galán: apellidos con descendencia

Hijos de muchos de estos chirigoteros continuaron la saga. José Luis Obregón es padre de José Luis Obregón 'El Negro', integrante de las chirigotas de Kike Remolino. Ramón Obregón, padre de los comparsistas Dani y Ramón. Paco Sibón, tío de Carli Sibón y José Sibón 'El Purri', y padre del recientemente fallecido Paqui Sibón, chirigotero del grupo del Selu, y de José Sibón, de la chirigota del Sheriff. Otro de los integrantes fue Luis Galán, cuyo hijo Nono es autor de comparsas y chirigotas.

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