Después de una chispeante actuación Antonio Álvarez 'Bizcocho' salía eufórico de las tablas del Gran Teatro Falla. La conexión con el público había sido total y el trabajo realizado había cuajado en el estreno. Llevaba escrito en los nudillos el apellido Manzorro, que mostró a las cámaras de Onda Cádiz al acabar la actuación. Entrevistado por una compañera de Canal Sur Radio ambos acabaron emocionados. "Tenía que hacerlo", repetía el chirigotero de La Rinconada (Sevilla).

Los condenados a la silla eléctrica de 'Gente con chispa' habían puesto en escena una chirigota "loca", que este año, con tantas ausencias, abandera el estilo del humor desde el principio hasta el final. El contrapunto a la proliferación de chirigotas clásicas de Cádiz de este Concurso. "Tiene que haber de todo, ¿no? Sabemos que nuestro estilo puede resultar menos gaditano, pero respetamos siempre a Cádiz y Cádiz lo sabe. La verdad es que no sé en qué estilo ubicarnos", argumentaba.

Sí tenía claro que "nuestro estilo es innegociable y lo que cantamos es lo que nos gusta". Y como también esta chirigota se ha convertido este atípico año en la cabeza visible, por trayectoria, de las escasas agrupaciones foráneas que han acudido al Concurso, el autor señalaba que "eso no nos ha condicionado porque desde 2011 tenemos un camino marcado, que no es otro que concursar siempre en Cádiz". 

Juanini, uno de los componentes de 'Gente con chispa', salía a la zona mixta y asomándose a la puerta lateral del Falla preguntaba "¿todavía es de día?". "Teníamos muchas ganas de soltarlo después de dos meses y medio frenéticos montando la chirigota", admitía. Y es que antes de los ensayos el grupo estuvo inmerso en el espectáculo 'Bizcoshow', lo que les restó tiempo de preparación.