El Cádiz sigue teniendo un serio problema al no encontrar un sustituto para el que fuera consejero responsable de la cantera, Luis Escarti. Su altísimo nivel de dedicación, implicación y sacrificio por y para las secciones inferiores, que ya no existe desde su marcha el pasado verano, salió a relucir en el transcurso de la junta del jueves, donde muchos de los accionistas minoritarios se preguntaron por la plaza vacante y mostraron su preocupación por un posible abandono de estas funciones.

Lo cierto es que el adiós de Escarti sigue siendo un auténtico dilema para el club, ahora con Enrique Huguet en la presidencia. El ex consejero fue durante los últimos tres años el auténtico buque insignia del fútbol base del Cádiz, siempre pendiente de los encuentros que se celebraban en El Rosal y viajando en infinidad de ocasiones con aquellos equipos que, por una circunstancia u otra, requerían de una mayor atención. Todo ello por amor al cadismo. Escarti trabajó codo con codo con Quique González, coordinador de la cantera, quien a su vez se apoyaba en varios colaboradores. Fue el mejor respaldo para jugadores, técnicos y padres, siempre mediando por el buen entendimiento entre todas las partes. Su marcha sigue siendo un lastre demasiado grande, cuyo vacío se nota sólo con acudir a la ciudad deportiva.

Precisamente, en la junta del pasado jueves, algunos accionistas preguntaron a Enrique Huguet por esta circunstancia, y aunque el presidente recordó que en la actualidad hay tres consejeros (Miguel Cuesta, Rodríguez Murillo y Emilio Cortés) asignados a esta parcela, reconoció que es un asunto que preocupa y al que aún no se le ha dado una solución definitiva a pesar de la labor incalculable de Quique González. Algunos accionistas minoritarios aconsejaron a Huguet que "cuidara" todo lo posible al coordinador de la cantera, cuya labor calificaron como "sobresaliente".

De los tres consejeros nombrados para el área de cantera, hay que señalar que Miguel Cuesta es el único que prácticamente todos los fines de semana acude a ver a los equipos de la cantera que juegan en El Rosal, una labor que debe ser reconocida.

Desde la renuncia de Escarti, varios han sido los intentos del actual consejo para cubrir la vacante. La gran apuesta de Huguet fue José Antonio Mateos (actual entrenador del Cádiz infantil), una persona muy preparada, conocedora del club, de sus sentimientos y necesidades, y que encajaba a la perfección en el perfil que se buscaba. No hubo acuerdo y desde entonces no se han producido movimientos que den resultados para encontrar a una persona que pueda acercarse a lo mucho que dio Escarti.