El esperpento tiene el desenlace esperado

Fútbol l Tercera División

El Cádiz B se impone a un Jerez Industrial que juega con un portero de extremo y ambos ponen el final a un enero negro

Rubén Pérez, celebrando su gol al Jerez Industrial.
Rubén Pérez, celebrando su gol al Jerez Industrial.
David Sánchez / Jerez

31 de enero 2011 - 05:02

JEREZ INDUSTRIAL: Beasant, Moke, Malick (Rivaldo, 69'), Richards, Lampe, Wynter, Lynch, Thomson, Jordan, Fisher y Hanford. CÁDIZ B: Juanfer, Pecci (Javi Catalán, 37'), Paris, Poli, Rubén Díaz, Víctor, Diego (Juanma, 85'), Juanito (Álvaro López, 54'), Fran, Lolo y Rubén Pérez. Árbitro: Moreno Díaz (sevillano). Expulsó con roja al industrialista Jordan (67'). Amonestó a los locales Moke, Lampe y Hanford y a los visitantes Rubén Díaz, Rubén Pérez y Álvaro López. Goles: 0-1 (9') Rubén Díaz. 0-2 (45') Rubén Pérez. Incidencias: Partido disputado en el campo de La Juventud ante unas 200 personas.

El esperpento en que se ha convertido el Jerez Industrial gracias a la gestión de la Academia de Glenn Hoddle vivió ayer su último y rocambolesco capítulo frente al Cádiz B.

La nefasta gestión de Hoddle durante este mes de enero provocó que Caballero sólo alineara ayer a siete jugadores séniors (el mínimo que exige la Federación) y cuatro juveniles. No quedó ahí la cosa. El tercer portero del equipo, Hanford, jugó todo el partido... de extremo izquierdo y, para colmo, fue el que más peligro llevó a la meta cadista con un disparo a los treinta segundos que se estrelló en el larguero. Al portero-delantero se le notó fuera de sitio, pero no desentonó para nada entre la mediocridad del resto del equipo, lo que dice bien poco de sus compañeros.

Hoy todo habrá acabado. El Jerez Industrial tiene tramitadas diez fichas que están a la espera de la llegada del tránsfer internacional para completar de nuevo la plantilla de un equipo que literalmente ha tirado la temporada en un mes de enero que acaba sin puntuar. Los industrialistas han pasado del liderato a estar a seis puntos del cuarto en un abrir y cerrar de ojos. Para hacérselo mirar.

El Cádiz B alucinaba al ver la alineación de los blanquiazules. ¿Un portero con el 11? Esto está hecho, dirían los amarillos. Quizá por ello salieron algo dormidos y el Industrial, consciente de que su única oportunidad era adelantarse pronto, salió a morder. Hanford mandó al larguero pero antes del minuto diez el Cádiz B ya había puesto las cosas en su sitio. Diego estuvo a punto de hacer el 0-1 en un centro que se envenenó y que Beasant mandó a córner. Acto seguido, el mismo Diego, desde la otra banda, metía el balón al corazón del área y allí Rubén Díaz remató a placer en el área pequeña en un clarísimo fallo defensivo de los centrales locales.

Jordan pudo empatar en el 24' en un remate de cabeza que Juanfer despejó como pudo; Fran falló un mano a mano ante Beasant (38') y justo antes del descanso Rubén Pérez hizo el segundo que mataba definitivamente el partido.

Un rodillazo de Lampe a Pecci envió al lateral amarillo al hospital con una fuerte contusión en las costillas. El mismo camino tomó en la segunda mitad el juvenil industrialista Malick, con un fuerte golpe en el tobillo. Jordan vio la roja directa tras una brutal entrada a Poli. Con uno más, el filial del Cádiz perdió el sitio y el Jerez Industrial buscó el gol que le metiera en el partido, que pudo llegar en un disparo de Lynch que se marchó fuera.

Lo mejor del partido para los industrialistas, sin lugar a dudas, es que acabó un mes de enero negro.

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