Los Golden State Warriors, actuales campeones de la NBA, no tardaron ni 24 horas en responder al fichaje estrella del alero LeBron James por Los Angeles Lakers con la contratación sorpresa del pívot DeMarcus Cousins.

A pesar de que se recupera de la rotura que sufrió en el tendón de Aquiles del pie izquierdo el pasado febrero, cuando jugaba con los Nueva Orleans Pelicans en un partido ante los Houston Rockets, los Warriors lo prefirieron al veterano Dwight Howard para que sea su cinco la próxima temporada.

Ya nadie duda del potencial de los Warriors para volver a ser campeones

Cousins, que personalmente llamó al presidente de operaciones de los Warriors, Bob Myers, para discutir su incorporación, la aceptó tras acordar un contrato por una temporada y un salario de 4,5 millones de euros.

"Éste es mi as de espadas, mi movimiento de ajedrez", declaró Cousins, de 27 años.

Su decisión convierte de inmediato a los Warriors en un equipo todavía más poderoso de lo que ya es, y además sin tener que hacer un mayor desembolso económico.

Que Cousins se una a los Warriors -que ya cuentan con el mejor quinteto de la NBA- le permitirá tener el apoyo y el tiempo suficiente para recuperarse por completo antes de volver a la competición.

Así las cosas, pocos hablan ya de la llegada de LeBron James a los Lakers, con los que firmó un contrato por cuatro temporadas y 132 millones de euros, sino del súper equipo que tienen ya asegurado los Warriors y el incremento de sus posibilidades de llevarse el tercer título consecutivo de liga, que sería el cuarto en cinco años.

El nuevo jugador de los Warriors reconoció que tomó la decisión después de enterarse de que no había recibido ofertas de equipos para ficharlo, incluido los Pelicans, algo que le dolió. Por eso sopesó con su agente las opciones más válidas que tenía, decantándose por los de Golden State.