Valero Rivera confirma su despedida

Valero Rivera anunció a través de una carta que, de manera oficial, renuncia al cargo de seleccionador de balonmano, para comenzar, previsiblemente, una nueva etapa dirigiendo a Qatar, anfitrión del Próximo Mundial. De esta forma, pone fin a su periplo al frente de España con la tranquilidad del deber cumplido y con una medalla de oro en su extenso palmarés, el segundo metal en los cuatro años que estuvo en el banquillo.

"Este punto final se debe a que ha habido otra Federación que se ha volcado hasta convencerme. Aquí, de los dos candidatos actuales a la presidencia de la Federación, únicamente José Javier Hombrados se preocupó de hablar y reunirse conmigo. Honestamente debo decir que esperaba algo más del otro candidato (Francisco Blázquez)".

Barcelonés de corazón, pero sin olvidar sus raíces mañas por su padre, Rivera puso el broche al conseguir el título mundialista en el Palau Sant Jordi ante Dinamarca (35-19). El técnico fue el escogido por Juan de Dios Román, ex seleccionador español y presidente de la Federación Española (RFEBM), para liderar el nuevo ciclo, de 2009 a 2013. En su despedida, también tuvo palabras para él. "Quiero agradecer especialmente su respeto, apoyo y comprensión, sobre todo en los momentos duros", haciendo referencia a los momentos en los que se puso en juego su honestidad, dada su doble condición de seleccionador y representante de jugadores.

Rivera relevó en el cargo a Juan Carlos Pastor, entrenador que hizo historia con el oro en el Mundial de Túnez 2005. Sin embargo, en la primera gran cita sufrió su mayor revés. El equipo quedó decimotercero, la peor clasificación de su historia, en el Mundial de Croacia de 2009. Después llegarían los éxitos: sexto en el Europeo de Austria 2010, bronce en el Mundial de Suecia 2011; y eliminado en cuartos de final de los Juegos de Londres por un gol ante Francia, antes del oro conseguido el pasado mes de enero. "A los jugadores debo expresarles mi admiración y felicitación. Todos los que he entrenado han dado lo máximo y son merecedores del título de campeones del mundo y del calificativo de Hispanos, especialmente para quienes vivimos la decepción y el dolor de la derrota en los Juegos".

Rivera llegó a la selección avalado por su currículum con el Barcelona, al que convirtió en la apabullante dominador de finales de los 90 y principios del siglo XXI. No en vano, fue el gran arquitecto del conocido Dream Team, aquel equipo azulgrana que fue casi imbatible en ese periodo de tiempo liderado por un técnico que cambió la forma de jugar y que supo que todos sus jugadores, muchos de ellos grandes estrellas, aparcasen sus sueños individuales en pos de los del conjunto. Todo ello se resumió en cinco Copas de Europa consecutivas de 1996 a 2000, los títulos que más renombre le dieron de los hasta 70 que conquistó.