El protagonizado por Juanjo Bezares no es el único culebrón en el seno del Cádiz. Hay otros que vienen de lejos y que van a tardar muchos más capítulos en conocer su desenlace, pese a que lo importante a día de hoy sea el bello largometraje que, con guión de Julio Peguero y Javi Gracia y música de los jugadores, está realizando el submarino amarillo.

Unos días antes de que el Comité de Disciplina Deportiva desestimara el recurso del Cádiz por la supuesta alineación indebida de Kiko Femenía, el club que preside Antonio Muñoz presentaba en sociedad a Juan Carlos Mariño, jugador peruano que, según quedó claro en su presentación, sólo podría jugar vestido de amarillo esta temporada si el Cádiz se mantenía en Segunda División A. En caso contrario, cosa que ocurrió finalmente, los amarillos, dueños de sus derechos para esta campaña y la siguiente, cederían al futbolista a otro club. Mariño recaló en el Cienciano de Cusco, donde dejó un sabor de boca agridulce y fue incluso multado por una fiesta nocturna con chicas.

La prensa peruana alimenta estos días el culebrón con un capítulo del que se hacía eco www.portalcadista.com. Mariño, supuesto cadista, puede convertirse en jugador del Sporting Cristal peruano para 2009. Y no se habla del Cádiz.

Julio Peguero decía ayer que no puede estar valorando "todas las informaciones que salen" y adelantaba que no hablará de este tema "hasta el próximo 30 de junio".