El San Fernando volvió a profanar el Municipal de La Línea, que es poco menos que su estadio fetiche. Casi ha dejado de ser noticia. Esta vez, además, el triunfo sobre la Balona (1-2) lleva un regalo añadido, ya que le saca, aunque sea por mor de la diferencia de goles, de los puestos de descenso. Los azulinos (que visieron de rojo) rentabilizaron un error arbitral (la expulsión del local Joel del Pino en el minuto 16') y un regalo de Nico Delmonte que condujo al 0-2 y sumaron su segundo triunfo consecutivo, no sin sufrir en el tramo final.

La Balona, muy condicionada por las bajas, y San Fernando se estudiaban durante un primer cuarto de hora en el que no sucedía casi nada relevante. Fue entonces cuando Joel del Pino y David Ramos cuerpeaban y el futbolista visitante se fue al suelo. La jugada de picardía le salió redonda a los visitantes, que se vieron con un hombre más para lo que restaba de partido, porque el defensa de los de casa vio su segunda cartulina amarilla, después de que uno de los auxiliares alertase al árbitro no se sabe muy bien de qué.La Balona se descentró mirando al árbitro y se descompuso al tiempo que recomponía su dibujo. El San Fernando sintió al rival herido y fue a por él. Dani Molina desaprovechó una cerquita del marco. Aquino estrelló un golpe franco en la mismísima escuadra hacia la media hora. En el 32' Alberto Varo respondió con un paradón a una internada de Gabri, que era, de largo, el mejor de los de la Isla. Y de tanto ir el cántaro a la fuente en el 34' Chaira consiguió un golazo desde fuera del área (0-1), que, con independencia del número de efectivos en casa bando, hacía justicia a lo que estaba sucediendo en el terreno de juego.Al volver del vestuario los equipos se miraban como con recelo. Hasta que en el 58' Nico Delmonte regaló el 0-2 a los visitantes. A Dani Molina, que apenas tuvo que avanzar unos pasos y fusilar a Alberto Varo solo le faltó abrazarse al argentino para darle las gracias por las facilidades.

En ese momento daba la sensación de que el San Fernando iba a repetir otro de esos triunfos escandalosos que ha ya firmado en ese mismo recinto. Pero no iba a ser tan fácil. José Carlos se empeñó en devolver la gentileza a Nico Delmonte e hizo un penalti tan absurdo como incontestable que transformó en gol Omar Perdomo en el 67' (1-2).

Los azulinos, seguramente porque la clasificación aprieta lo suyo, no supieron leer lo que quedaba de partido. Lo fiaron todo a provocar pérdidas de tiempo -el otro fútbol, que siempre es legítimo- y a tratar de aprovechar la ansiedad de los locales para sentenciar en una contra. La tuvo Gabri en un lanzamiento de rosca que se envenenó, pero se marchó fuera por poco.

La Balona con todo perdido tomó el mando, echándose en manos de Alhassan Korona y por tres veces acarició el empate. Especialmente en el 82' en un disparo cruzado de Joao Pedro que parecía inverosímil que no acabase dentro. En el añadido, con todos los de casa volcados, pasó algo similar con un disparo de Juanmi Callejón, pero al final, entre los suspiros de los aficionados que se habían desplazado hasta La Línea, la victoria se la llevó un San Fernando que sale del descenso y no solo devuelve a los linenses a la pelea por alcanzar la permanencia, sino que además se asegura la ventaja del golaveraje en caso de empate final a puntos.