El San Fernando cedió su segunda derrota consecutiva en este inicio de Liga y cayó en Algeciras (2-1), donde el equipo local remontó el tanto inicial de Pau Martínez, igualando la contienda en el tiempo de descuento y remontando en el inicio del segundo periodo. Los de La Isla fueron incapaces de volver a igualar un choque y demostraron, sobre todo en la segunda mitad, la falta de recursos en los momentos complicados.

De inicio, el técnico del equipo azulino, Héctor Berenguel repitió prácticamente el mismo equipo que debutó en la categoría, no alterando mucho los planes con los que el almeriense ha dado comienzo a la campaña. La única y sorprendente novedad en el once estuvo en la ausencia del capitán, Biabiany, posiblemente por el estado del terreno de juego, en detrimento de Carlos León que, por primera vez esta temporada, ocupaba plaza de inicio. Los demás, los que dieron una grata imagen en el Iberoamericano ante el Ceuta.

El partido, en sus primeros quince minutos de juego tuvo poca historia, a excepción del tremendo golpe que recibió Admonio, que dio un susto y que finalmente, a pesar de ser sustituido, se recuperó satisfactoriamente. El entramado que se había originado en el centro del campo no permitía jugadas con profundidad y, mucho menos, ocasiones de gol.

La más clara llegó una vez rebasado ese cuarto de hora, concretamente en el 17’, cuando una falta lanzada, desde 40 metros, por José Carlos ponía el nudo en las gargantas de los seguidores algecireños viendo como el balón se estrellaba en el poste de un desconcertado Lucho García.

Comenzaban los mejores minutos del equipo azulino, que dominaba al cuadro albirrojo con superioridad en el centro del campo. Fruto de ello llegó un saque de esquina que tras ser rechazado por Rafa Roldán cayó el cuero en los pies de Xavi Estacio que disparaba con toda la intención del mundo para que la zaga local sacase in extremis un balón que se adentraba sin remedio dentro de las mallas.

El primer acercamiento local llegó en el 29’ con disparo flojo de Borja Fernández que atajó sin complicaciones Fuoli antes de que llegase la obra de arte de Carlos León que, en el 34 se marcaba una galopada sin oposición por la banda izquierda y antes de su entrada en el área asistía a Pau Martínez para que éste anotase el primer tanto de la temporada para el cuadro azulino.

El gol zarandeó un partido que había tenido, hasta ese momento muy poco. El Algeciras tocó zafarrancho de combate y lo cierto es que atosigó al cuadro de Héctor Berenguel que vio como en el minuto 41 de juego recibía una triple ocasión de gol. La primera en un centro de Diego Esteban que peinaba Iván Turrillo obligando al cancerbero isleño a mandar la pelota a córner. En el saque de esquina un remate de Eric Montes lo sacó la zaga azulina con más apuros del previsto y en el siguiente córner, Javi Cuetos estrellaba su remate en el travesaño. Eran los peores momentos de los azulinos.

El primer tiempo expiraba con el penalti riguroso pitado por el colegiado por el derribo de Farrando a Javi Cuetos en un balón que ya había sobrepasado a ambos y la anotación del empate desde el punto fatídico por parte de Borja Fernández. Las espadas quedaban en todo lo alto para la segunda mitad.

En el segundo periodo los isleños vieron como la remontada algecireña era un hecho y, en un despiste defensivo, Zequi Díaz se incrustaba en el centro de la zaga para, en posición dudosa rematar por bajo un pase perfecto del ex azulino Juan Rodríguez.

A partir de encajar el segundo tanto los isleños quisieron, pero no pudieron, volver a igualar la contienda y lo cierto es que contaron con ocasiones claras, sobre todo la que se fabricó en el minuto 79’ con un disparo de Carlos León tras un rechace de Lucho García que volvió a tener una feliz intervención. En el córner que prosiguió a la jugada fue, de nuevo, el cancerbero algecirista el que evitó el tanto azulino.

Los últimos minutos fueron más de prisas que de pausas y esas consejeras no llevaron a buen puerto a un equipo isleño que ha comenzado la temporada con una doble derrota y que, de momento tendrá que remar con el viento en contra.