Messi, el 'alien' que inmortaliza al Barça

Manolo Jiménez lo apodó, perplejo tras ganarle el partido al Zaragoza · El argentino, a ocho goles del récord de Müller

Joaquín Cavanna (Dpa) / Barcelona

19 de noviembre 2012 - 05:02

"Alien", "extraterrestre"... Los adjetivos que la Liga busca para poder calificar a Lionel Messi escapan a lo conocido. Y, mientras, el argentino acapara mayor protagonismo en un Barcelona mucho más efectivo en las estadísticas que deslumbrante en su juego.

"Messi decidió el partido. Es muy elegante, con o sin la pelota, pero cuando la tiene es como un alien", aseguró Manolo Jiménez, entrenador del Zaragoza, poco después de que Messi castigara el sábado a su equipo con dos goles y un pase de gol a Song en la victoria azulgrana por 3-1.

Sería injusto afirmar que el Barcelona se encuentra en un estado de Messidependencia, pero sí hay que destacar que el argentino tuvo que ponerse el traje de salvador de su equipo en demasiadas ocasiones esta temporada.

Messi no se cansa de batir récords goleadores y siempre halla nuevas cifras para derribar como desafíos personales. Ahora, en el horizonte de La Pulga se encuentra marcar ocho goles en los nueve u once (según la clasificación de su equipo para la próxima ronda de la Copa del Rey) partidos restantes de 2012 para superar los 85 tantos anotados por el alemán Gerd Müller en 1972.

Mientras tanto, se convirtió el sábado en el primer jugador en convertir 17 goles en 12 jornadas de liga en los últimos 64 años. La última vez que había sucedido eso fue cuando César consiguió la misma marca en 1948.

"Desde que llegué aquí, el fútbol parece que consta de estadísticas, récords y comparaciones", se quejó el entrenador azulgrana, Tito Vilanova, después de la victoria contra el Zaragoza.

Lo paradójico es que las marcas de Messi, el récord alcanzado del Barça del mejor arranque liguero de la historia y las comparaciones con las cifras del Real Madrid sirvieron para tapar algunas falencias que los azulgrana todavía no resolvieron. El equipo de Vilanova aún no encontró la contundencia del dirigido por Pep Guardiola: en Liga, el Barcelona ha podido ganar por más de dos goles de diferencia sólo en tres de los doce encuentros. Y debido al torbellino de lesiones de defensores, el equipo azulgrana nunca ha podido mostrarse firme en la última línea: acabó con la valla invicta apenas en tres partidos.

Como si fuera poco, ya se ha convertido en algo cotidiano la aparición de Messi para devolver la calma a su equipo, después de que el Barcelona se desconcentrara y tirara por la borda ventajas abultadas, tal como sucedió en los partidos contra el Deportivo (4-5) y ante el Mallorca (2-4).

El argentino, que el sábado superó a Alfredo di Stéfano y se convirtió en el segundo máximo cosechador de dobletes en Liga (55), no tardó ni un segundo en poder adaptarse a las nuevas modalidades ofensivas de su equipo.

Ante el bajo nivel de Daniel Alves, el argentino encontró a su nuevo socio en el zurdo Jordi Alba, con el que ya conectó en varios goles de la temporada.

"Respeto a quienes creen que Cristiano Ronaldo merece el Balón de Oro, pero yo convivo con Leo, que es un extraterrestre. Cristiano es el más bueno de los humanos. Fui compañero suyo en Manchester y es muy bueno, trabajador, pero al lado de Leo no tiene nada que hacer", sentenció hace unos días Gerard Piqué.

Messi, reciente padre y líder indiscutido del Barça, consiguió la madurez suficiente como para hacer el camino más fácil a Vilanova: asegurar triunfos y buenos resultados mientras los azulgrana tratan de definir su identidad pos-Guardiola.

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