El San Fernando vendió cara su derrota ante el Málaga y, al igual que le ha ocurrido al equipo isleño en demasiados partidos esta temporada, mereció mucho más y tuvo su oportunidad para sacar tajada en un partido donde plantó cara y trató de tú a tú al todopoderoso equipo malacitano.

Héctor Berenguel repitió, por primera vez esta temporada, el once inicial. Debió pensar que, lo que funciona, para qué cambiarlo y, por ello, volvió a colocar a los tres centrales, Carlos Blanco, Farrando y José Carlos, con Xavi Estacio en el lateral derecho y Luis Ruiz en el izquierdo. David Ramos fue el hombre todoterreno en el centro del campo, mientras que Dani Molina tomaba las manecillas del equipo como organizador. Esto producía el hecho de que Aquino estuviese por la derecha a pierna cambiada para meterse en ocasiones por dentro, al igual que lo hacía Biabiany por la izquierda para acompañar a Ángel Sánchez, hombre más en punta del cuadro de La Isla.

Con ello, el partido comenzó con el brío habitual de un equipo arropado desde las gradas, con la ambición de un Málaga que dejó a las claras que quería tener el mando del partido. Pero los isleños no se amilanaron, ni por el ambiente, ni por el poderío del rival y supo aguantar los primeros compases inquietadores del equipo malaguista.

Los isleños aguantaban el chaparrón en un partido que tenía mucha intensidad en sus primeros compases y esperaban su oportunidad para, en una contra, dar la campanada. De esta forma, los visitantes dieron su primer aviso en el 10 en un disparo alto de Ángel Sánchez.

Rebasado el primer cuarto de hora llegaron sendas oportunidades para ambos equipos. La primera de ella, para los locales se produjo por un fallo de Dani Molina a la salida del balón que dejó en solitario a Roberto cuyo disparo se fue alto. Y la segunda fue para el equipo azulino en un robo de balón de Aquino que asistió demasiado flojo a Ángel Sánchez que ya, con oposición, no pudo concretar su disparo con demasiada fuerza y el balón terminó en las manos de Herrera.

Los de La Isla le cogieron el pulso al partido, Biabinay intercambiaba la posición de extremo con la de delantero con Ángel Sánchez y Aquino seguía haciendo daño por la banda derecha, desde donde llegó un disparo del murciano desde la frontal que obligó al cancerbero malaguista.

Todo se rompió en el minuto 35, en una jugada donde Víctor se marchó por banda derecha de ataque del Málaga para disparar fuerte y abajo. Fuoli demasiado hizo con repeler el disparo pero los isleños no tuvieron fortuna en el rechace que cayó en la cabeza de Kevin Medina para anotar el primer tanto con el que se llegó al descanso. Aún así, los isleños se repusieron del tanto y lo intentaron, aunque la mejor ocasión pudo significar el dos a cero en una falta lanzada por el propio Kevin Medina que se estrelló en el poste en el minuto 42.

Pudo cambiar el curso del partido en el inicio de la segunda mitad y mucho más porque Aquino, tras un fallo defensivo local, se plantó en solitario ante Herrero, pero se dejó el balón atrás y no acertó con marcar.

Los isleños mejoraron, y de qué manera, en la segunda mitad y si bien es cierto que el Málaga apretó para encontrar el tanto que finiquitase el choque, los isleños mostraron la mejor de sus caras, se supo defender cuando los ataques eran continuos de un equipo que tiene una pegada impresionante y metió en su campo al Málaga en los últimos quince minutos donde no encontró la manera de encontrar un empate que hubiese sido más que justo.

En el 50’ Luis Ruiz se la quitó a Roberto en el segundo palo, en el 53’ Fuoli rompió las intenciones de Dani Lorenzo, en el 55’ volvió a inquietar Dani Sánchez y en el 60’ Fuoli hizo una gran parada a Roberto. A partir de entonces todo fueron ocasiones de un San Fernando que lo intentó de todas maneras hasta el final sin encontrar resultado. En el 62’ una jugada de Aquino la anula la defensa local, Enel 75’ un centro de Luis Ruiz encontró el remate de cabeza de Fullana y en la postrimerías del choque la tuvieron Pau Martínez y Carlos Blanco sin fortuna.