Duelo de altura en el Bernabéu

Real Madrid y Sevilla dirimen un duelo de altura en el Bernabéu entre dos equipos igualados a puntos y en la pelea por escalar puestos en la tabla, en un examen para Zinedine Zidane con una defensa de circunstancias ante un rival con la ilusión de dar la campanada y dejar tocado al campeón.

La necesidad aprieta en el final de 2017. El mes de diciembre es decisivo y su comienzo fue desilusionante para el madridismo. El pinchazo del Barcelona que dejaba en bandeja la oportunidad de meterse de nuevo de lleno en la lucha por el título, lo desaprovechó el Madrid en San Mamés, sin pegada, con su empate sin goles. Sevilla y Barcelona son el duro final con la obligación de ganar.

La primera de esas finales ligueras la encara Zidane con una defensa repleta de problemas. A la quinta amarilla vista por Carvajal en San Mamés y la expulsión de Sergio Ramos, se sumó en Liga de Campeones las nuevas molestias de Varane. La defensa pierde jugadores claves y posibles variaciones quedan mermadas por la baja, también por sanción de Casemiro.

Tendrá que forzar Zidane a Vallejo, que arrastra una sobrecarga, y la solución de urgencia sería retrasar la posición de un medio centro como Marcos Llorente. La defensa la completan Achraf en la derecha, Nacho como central y Marcelo en la izquierda.

El entrenador blanco sabe de la importancia del duelo e hizo un llamamiento a su afición. "Necesitamos a nuestra afición de verdad. Es un día importante y queremos a la gente con nosotros", explicó.

La segunda unidad se reivindicó ante el Borussia Dortmund. Las rotaciones de Zidane se han visto reducidas este curso y jugadores como Dani Ceballos y Borja Mayoral, se sumaron a valores seguros como Marco Asensio, Kovacic y Lucas Vázquez.

Ante el Sevilla será uno de esos días y sin Casemiro todo indica a que Toni Kroos será el que actúe de 5, con Kovacic y un Ceballos que maravilló con media hora de gran fútbol en Champions, como candidatos a un puesto. En punta, aún sin Bale, regresa la dupla Benzema-Cristiano Ronaldo, con el pobre bagaje goleador que es una losa en Liga para el Real Madrid.

Llega Cristiano Ronaldo sintiéndose el mejor jugador de la historia con su recién conquistado quinto Balón de Oro, que dedicará al Santiago Bernabéu, y con la necesidad de trasladar a la competición doméstica su pegada de Liga de Campeones.

El Sevilla llega a un campo poco propicio como el Santiago Bernabéu, quinto en LaLiga Santander, en buena racha tras tres victorias seguidas y armado de moral después de firmar el miércoles en Eslovenia su quinto pase a los octavos del máximo torneo europeo.

Los sevillistas, dirigidos por cuarto partido consecutivo por el argentino Ernesto Marcucci, por la enfermedad de su compatriota Eduardo Berizzo, saben que deben cambiar el registro, refrendar las cosas buenas que, con altibajos, le mantienen arriba y ofrecer sus máximas prestaciones si quieren sacar algo positivo.