Cuarto empate consecutivo de un Cádiz B que ha dejado de perder pero que también ha olvidado ganar, lo que no hace desde el 5 de diciembre (3-2 al Tamaraceite). El equipo gaditano cuajó un encuentro pobre en el Estadio Ciudad de Lepe en el que sólo se puede destacar su oficio en lo físico -sobre todo tras quedarse con uno menos- y el enorme papel del portero Víctor Aznar, que lo detuvo todo incluido un penalti. El punto le mantiene en esa zona justo por encima de la de descenso, aunque las sensaciones siguen sin convencer.

Hay que hablar de un primer tiempo que se fue desequilibrando en el juego a medida que se acercaba su ecuador. El San Roque de Lepe dio un paso al frente buscando con mucho criterio la banda por la que atacaban los zurdos Fran Ávila y el ex cadista Víctor Morillo. A partir de ese momento las mejores llegadas fueron aurinegras a cargo del propio Morillo y la más clara en un centro de Gerard Vergé que finalmente salvó Momo Mbaye cuando el balón buscaba el fondo de la red. Antes de que acabara la primera parte, de nuevo Víctor Aznar se tiene que emplear a fondo en una internada hasta la cocina de Fran Ávila y en un lanzamiento de Chuma.

Los cadistas, que este domingo vistieron con camiseta azul y calzón blanco, no comprometieron en ningún momento del primer acto la portería defendida por Robador ni tampoco marcó la diferencia los 'refuerzos' de Bastida y Chapela. No existió fluidez en el juego para ver con optimismo y esperanza las opciones del conjunto de Alberto Cifuentes, por lo que la igualada sin goles era la mejor noticia al final de la primera mitad.

A la vuelta de vestuarios el técnico del filial del Cádiz CF buscaba algún síntoma de reacción retirando a Genar para que ingresara al césped Jinjolava, quien tuvo el primer acercamiento visitante con un tiro al lateral de la red. Era el primer chut intencionado de los gaditanos en todo el encuentro. Pero fue un espejismo porque el conjunto lepero de nuevo puso la directa por medio de un muy activo Nané. El atacante soltó un fuerte lanzamiento que golpeó en la mano de Momo Mbaye. Penalti y expulsión del zaguero cadista. El propio Nané asumió la responsabilidad desde los once metros y Víctor Aznar realizó la parada del partido. 

Cifuentes no encontraba salida al mal momento que duraba casi desde el principio y con un hombre menos movió el banquillo dando entrada a Berenger y Jota. La cuestión era encontrar recursos para evitar un gol lepero porque lo de atacar no formaba parte del guión de otra mala versión de su equipo.

La superioridad numérica acabó por confirmar el empuje del San Roque, pues se jugaba en el campo que defendían los visitantes. Y eso se traducía en ocasiones como la de Chuma, que remató con la pierna derecha y estrelló el esférico en el larguero. El acoso y derribo era total con Víctor Aznar multiplicándose y contando con el 'apoyo' de los palos porque en el 85' otra vez la madera rechazó un remate cercano. La jugada continuó y fue Becken el que soltó un zapatazo al que respondió el portero cadista para confirmar que está tocado con una varita.

El Cádiz B bastante tenía con achicar balones y parar con todas las armas posibles el continuo arreón local. Aún así el fútbol le iba a dar un ataque en un remate de cabeza de Jota que se escapó por poco a la izquierda de Robador.

De esta manera se agotó el tiempo y se obró el milagro para que el equipo de Cifuentes no saliera derrotado de Lepe, donde encontró petróleo en un mal encuentro en el que trabajó mucho para defender y apostar su suerte a un gran portero que ha evitado dos derrotas seguras en los últimos partidos.

El próximo domingo (16:00 horas), cita de máxima exigencia para el Cádiz B, que recibirá en las instalaciones de El Rosal al Córdoba, el gran aspirante al ascenso directo.