Contador mira ya a los Alpes

Los organizadores del Tour idearon la presente edición con el suspense como objetivo y lo están consiguiendo. La emoción y los corrillos no han faltado desde el primer día. En la primera etapa, la contrarreloj, hubo lluvia, caídas y, sobre todo, la polémica de los maillots aerodinámicos del Sky. Desde entonces, hasta ayer, no han faltado las caídas, con el culmen del codazo de Peter Sagan a Mark Cavendish que ha acabado con los dos fuera de la competición, uno por víctima y el otro por verdugo. Ayer llegó sencillamente la montaña. Sin aditamentos.

Uno de los más perjudicados en la primera llegada en subida del Tour fue Alberto Contador, más por las sensaciones que por los escasos segundos perdidos. El propio Chris Froome, nuevo maillot amarillo en la ronda, restó importancia a los seis segundos perdidos por el corredor de Pinto en la línea de meta, 52 ahora en la clasificación general: "Las diferencias no son importantes", dijo el británico en la meta.

Contador, quien se ha caracterizado por ser siempre un corredor combativo, no se arredró después de sus muestras de flaqueza en la cota final y dio la razón a aquellos que desean un Tour con suspense. Y ya piensa en los Alpes: "Este es un Tour en el que hay que ser especialmente regular. Voy a ver si en los Alpes, que me gustan, podemos intentar algo", declaró el madrileño.

Contador, que en plena vuelta puede ver ampliado su contrato con Trek hasta 2018, reconoció que le faltó oxígeno en un instante del ascenso a la Planche des Belles Filles. "Ha habido un momento que he tenido que coger aire. Ha habido diferencias y eso nunca es bueno, pero hemos salvado el día. Ahora tenemos dos días para recuperar del desgaste", afirmó el ciclista.