Alonso y Vettel, cambio de cromos en Ferrari

La escudería italiana confirma la marcha del español De tándem perfecto a divorcio anunciado en cinco años

Sebastian Vettel y Fernando Alonso, durante la rueda de prensa de la FIA en el Gran Premio de Abu Dhabi.
Sebastian Vettel y Fernando Alonso, durante la rueda de prensa de la FIA en el Gran Premio de Abu Dhabi.
Ignacio Encabo (Dpa) Maranello

21 de noviembre 2014 - 05:02

Cinco años llenos de frustración y vacíos de títulos fue demasiado para Ferrari y Fernando Alonso. La unión entre la escudería con más tradición en la Fórmula 1 y uno de los pilotos más respetados de la última década terminó en un callejón cuya única salida era el divorcio.

Cuando en 2009 unieron sus fuerzas pocos dudaban que la dupla iba a marcar una nueva era. ¿Cómo no iba a funcionar el entonces considerado mejor piloto en un equipo tan ganador como el italiano? Pero poco salió bien en las temporadas siguientes.

"Hoy no es un día fácil porque, pese a que siempre miro hacia el futuro con mucha ilusión y determinación, al final de esta temporada se cerrará una etapa como piloto de Ferrari", señaló Alonso.

Un mensaje muy diferente al emitido el 30 de septiembre de 2009, cuando se hizo público el acuerdo entre ambas partes. El español eligió continuar su carrera en Ferrari tras una amargo año en McLaren (2007) y un regreso alejado de los focos a Renault, equipo con el que ganó los títulos de 2005 y 2006 en su primera etapa.

"Conducir un monoplaza del Cavallino Rampante representa un sueño para cualquier piloto", dijo en su presentación Alonso. Entonces tenía 28 años y la ilusión de un niño pequeño. Ahora, con 33, acumula muchas frustraciones al volante del bólido rojo. Y es que el asturiano suma sólo 11 victorias con Ferrari -cinco de ellas en 2010- y se quedó en tres ocasiones a las puertas de festejar un nuevo título.

Su día más doloroso vestido de rojo fue probablemente el 14 de noviembre de 2010. Alonso llegó líder del campeonato al último gran premio de la temporada en su primer año en Ferrari, pero terminó séptimo en Abu Dhabi y vio cómo Sebastian Vettel, que nunca había encabezado la clasificación en aquella campaña, conquistaba el primero de sus cuatro títulos.

Desde entonces, piloto y escudería fueron sepultados por el dominio del alemán, su confirmado sustituto en Maranello por las próximas tres temporadas, y Red Bull.

Y sin victorias, la relación fue deteriorándose poco a poco hasta llegar a un punto de no retorno. Harto de las especulaciones de los medios transalpinos -"Cada jueves me toca apagar fuegos provenientes de Italia, es un poco raro"-, Alonso aseguró que tenía tomada la decisión de marcharse desde hacía meses.

El 10 de septiembre recibió los dos últimos golpes como hombre Ferrari: la muerte de Emilio Botín, presidente del Banco Santander, y la dimisión de Luca di Montezemolo como presidente de la empresa. Se quedó sin dos de sus mejores aliados en la Scuderia.

El doble campeón del mundo, que tenía contrato hasta 2016, no gana un gran premio desde el de España 2013. Fracasado su sueño, podría deshacer el camino y regresar a McLaren.

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