Hoy vamos a preparar algo que a todos suele complacer: una rica fritura, en este caso, los buñuelos de calabacín son nuestros protagonistas. Esta receta que vamos a enseñarte, además de deliciosa, es más saludable. Estos buñuelos son ideales como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal. Hoy, te guiaré a través de una receta para hacer buñuelos de calabacín caseros, donde la combinación de ingredientes simples crea bocado lleno de sabor. Así que, prepárate para cocinar y disfrutar de estas delicias verdes.
Ingredientes:
- 2 calabacines medianos.
- 1 cebolla pequeña.
- 2 dientes de ajo.
- 1/2 taza de harina de trigo.
- 2 huevos.
- 1/2 taza de queso rallado (puedes usar queso parmesano, cheddar u otro de tu elección).
- 1/4 taza de hojas de menta fresca, picadas.
- 1/4 taza de hojas de perejil fresco, picadas.
- 1 cucharadita de polvo de hornear.
- Sal y pimienta al gusto.
- Aceite de cocina para freír.
Elaboración:
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Preparación de los ingredientes: Comienza lavando los calabacines y rallándolos. Luego, coloca los calabacines rallados en un colador y exprime suavemente para eliminar el exceso de humedad.
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La base: Pela y pica finamente la cebolla y los dientes de ajo. Estos ingredientes añadirán sabor y aroma a los buñuelos.
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Mezcla de verduras: En un tazón grande, combina los calabacines rallados escurridos, la cebolla picada, el ajo picado, la harina de trigo, los huevos batidos y el queso rallado.
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Aromas: Agrega las hojas de menta y perejil fresco picadas a la mezcla. Estas hierbas frescas añadirán un toque vibrante de sabor.
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Polvo de horno: Añade el polvo de hornear a la mezcla para garantizar que los buñuelos tengan una textura ligera y esponjosa.
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Sabor y sazón: Agrega sal y pimienta al gusto. Recuerda que los quesos pueden ser salados, así que es posible que no necesites mucha sal adicional.
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Unión de ingredientes: Mezcla todos los ingredientes en el tazón hasta que estén bien combinados. La mezcla debe ser espesa pero aún húmeda.
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Calentamos el aceite: Calienta suficiente aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Asegúrate de que el aceite esté lo suficientemente caliente para freír, pero no humeante.
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Hacemos los buñuelos: Con la ayuda de una cuchara, toma porciones de la mezcla de calabacín y colócalas en la sartén caliente. Aplasta suavemente con la parte posterior de la cuchara para formar discos.
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Dorado y crujiente: Fríe los buñuelos de calabacín en lotes, asegurándote de no abarrotar la sartén. Cocina hasta que estén dorados y crujientes en ambos lados.
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Reposo: Una vez cocidos, coloca los buñuelos en un plato forrado con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Deja reposar durante unos minutos antes de servir.
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¡Disfruta!: Tus buñuelos de calabacín caseros están listos para ser disfrutados. Sirve caliente, acompañado de tu salsa favorita para mojar.
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