Esto le pasa a Javi Osuna por pagar la convidá

31 de octubre 2015 - 06:00

· 26 de octubre a las 17:58 Javier Osuna García Está muy bien la arenga de Pilar Távora, que dice sentirse 'perpleja' y que le parece 'patético' y 'lamentable' el comportamiento de los representantes municipales de Cádiz. Muy bien, y esa soflama añadida de "un pueblo que no ama al teatro es un pueblo moribundo... bla, bla, blá". Perfecto. A mí me parece igual de patética y de lamentable su actitud, e igual de perplejo me quedé yo, tras dedicarle a ella toda una mañana, aportándole datos y documentación sobre los nexos del Carnaval de Cádiz con el de Uruguay y no cumplir ella su palabra en enviarme una colección de deuvedés, de no se qué de cine, que no le pedí. Aparte de hacerse la loca, con posterioridad, y esquivar llamadas y correos electrónicos. De manera que no venga ahora a dar lecciones de moral y de ética, que la tiene como el hormigón. ¡Ah! y las cuatro cervezas (aparte de información que desconocía) las pagué yo.

Pilar HYPERLINK "https://www.facebook.com/mpilartavora?fref=ufi"Tavora  Estimado Javier, un amigo me envió tu publicación en Facebook respecto a la opinión que me merecía el palco municipal vacío en el Fit. Solo así pude saberla y , después de leerte he creído oportuno responder. En primer lugar ni busqué la nota de prensa sobre el FIT ni era mi intención que se publicara nada sobre el hecho. Me limité a retuitear a un amigo de Cádiz y a comentar su tuit sin más, como tantas veces hacemos a lo largo del día. Al rato me llamaron del periódico – lo habían visto- y me hicieron la entrevista que leíste. O sea que fue totalmente casual. Opinas con todo el derecho del mundo - faltaría mas – pero como no fue solo opinión lo tuyo sino que entras en temas personales , quiero aclarar lo que cuentas porque es preciso que cuando hablemos de alguien que conocemos poco y lo hacemos públicamente, antes, nos aseguremos que lo que afirmamos no tiene el significado que le damos o que los hechos responden a razones que desconocemos y que nos pueden llevar a equívocos. Sea lo que sea, lo aclaro porque, naturalmente, aquello lo viví de forma muy distinta. Yo no sabía quien eras y llegué a ti a través de un amigo común en un momento en el que estaba interesada en saber si podría o no ser posible hacer un documental sobre los carnavales de Cádiz y Uruguay y lo que los unía ya que había llegado a mis manos una historia que me parecía preciosa y digna de realizar el esfuerzo de convertirla en una película documental. Recuerdo aquel encuentro como algo muy agradable y fuiste muy amable en tu atención y en nuestra conversación lo cual te agradecí – suelo ser una persona agradecida por aquello de la educación familiar y por condición propia- . Los datos que me aportaste fueron una conversación sobre el tema muy interesante que confirmaban la documentación que yo ya tenía – de ahí mi interés en el tema- y quedamos en que yo iría trabajando sobre ello y, por tu atención y porque era un tema que te gustaba, te iría informando del resultado de aquello. Así lo hicimos – pocas veces si mal no recuerdo- mientras yo intentaba ver si podía sacar o no la producción adelante. Era una de esas cosas personales en las que quedamos muchos pero sin nada formal, ni profesional, ni obligatorio… al menos esa fue mi sensación durante todo el tiempo. Y nos cruzamos algunos correos y algunas llamadas de vez en cuando.

Como de alguna manera conoces el medio estoy segura que sabes que hay proyectos que salen y otros que no salen por mucho interés que le pongas. En este tiempo – de ahí tu error en el comentario- tuve problemas con mi correo , lo perdí y no pude hacer mas que abrir una nueva cuenta que es la que actualmente tengo. Intenté avisar a todos los que pude y, sobretodo , a aquellos con los que mantenía una relación fluida o personal o profesional, que no era nuestro caso ni estaba de lleno metida en ese proyecto . Disculpa que así fuera pero me pasó con más gente y perdí algunas cosas importantes precisamente por no recibir ciertos correos. Como no tengo los nuestros no puedo ver cual fue el último que te mandé y qué te decía en él. Seguí trabajando en este asunto , cuando podía, pero no pudo salir adelante . Tu perplejidad de no recibir respuesta a los correos que dices me mandaste - ignoro si fueron uno, dos o cien- espero que se te disipe con lo que te estoy contando. No los recibí al perder la cuenta. Tanto tu como yo teníamos el teléfono del otro y tanto tu como yo pudimos averiguar el por qué del "silencio" y evitar perplejidades. Ninguno de los dos lo hicimos - no veríamos la necesidad- porque nunca me hago "la loca" con llamadas de personas a las que agradezco su colaboración ni con llamadas de ningún tipo, no es muy mio "hacerme la loca" soy bastante considerada con todo el mundo. Y además en este caso, ¿Qué motivo tenía para no atender tu llamada? Es absurdo si el interés era, por lo visto, solo mío. Los que me conocen saben que jamás me hago la loca con nada ni siquiera con lo que no merece la pena perder el tiempo. Insisto en que nuestra relación no era fluida ni intensa ni de amigos, solo la derivada de un breve encuentro a partir de un interés mío en una bonita historia de Cádiz. Nada más.

DVD: ignoro en estos momento de qué se trataba, imagino que fue algo en la conversación por lo que mostraste interés porque no soy yo de mandar cosas que no interesan o que alguien no me dice que le mande. Pa qué? Supongo que sería algo relacionado con el flamenco por tu afición a éste. De todas formas para no interesarte ni pedirlo lo recuerdas mejor que yo. Si no te los mandé te aseguro que sería porque alguien en mi oficina se olvidaría del encargo - imposible encargarme de todo personalmente- y de decirme que no lo había hecho. Me entero ahora que no los recibiste aunque ignore de qué se trataba pero es poco importante porque ni te interesaba ni lo pediste por lo visto.

Que alguien de la comunicación y de la cultura desprecie opiniones sobre el teatro llamándolas "soflama" - perorata- para quienes puedan no conocer el término, no voy a calificarlo. Suelo confiar en la inteligencia – cuando es imparcial- del lector. Yo paso muchas fatigas Javier… muchas y aunque sea solo por eso y por toda una vida dedicada a aportar – poco o mucho, mal o bien- a la cultura andaluza creo que tengo derecho de decir lo que crea oportuno sobre el teatro, el cine, la tele… y que no son peroratas sino sentimientos y opiniones sobre temas muy importantes para mi. Pero si son peroratas para ti, respetada tu opinión por mi parte.

Opinar no es dar lecciones de moral ni de ética - no se me ocurriría – ni se cómo has podido sacar esa conclusión pero parece que ya no podemos opinar sobre ciertos grupos sin que se nos tiren a la yugular o insulten a la persona que opina en vez de , simplemente, exponer una opinión distinta. ¿moral, ética? ¿Tiene eso algo que ver con opinar sobre un palco vacío? Si el ayuntamiento – sea del signo que sea que me importa poco - informa sobre por qué se dejan los palcos vacíos, mejor, así no se presta a confusión y hasta se puede compartir el criterio.

Compruebo constantemente, y desgraciadamente para todos, que la intolerancia a la opinión se agrava en muchos grupos cada vez mas. En algunos mucho. Yo tengo la mala costumbre de no casarme ni "con los míos", de ejercer una libertad que me he ganado a pulso salvando -antes y ahora- no pocos obstáculos y dificultades sin tener en cuenta mis intereses profesionales que están siempre subordinados a mi libertad personal. Y me importa un pimiento quien tenga enfrente. La vida no se nos da para vivirla sumisos ni obedientes ni, mucho menos, con miedos a ciertos personajes que dominan opiniones de otros y que bien utilizan sus respectivas tribunas y palcos para sus intereses (aclaro que no va por ti ya que veo tanta susceptibilidad y que no tengo elementos de juicio para afirmarlo).

No voy a ser yo quien juzgue tu escrito ni el contenido del mismo ni hago estas aclaraciones esperando nada porque nada ocurrirá y no voy tampoco a volver a contestar ninguna cosa mas al respecto. Estoy contando mi versión que es tan válida como la tuya y estoy volcando todo mi tiempo en el espectáculo que estreno el 14, en mi peli y mi documental por lo que poco tiempo tengo para debates que no conducen a nada y que nada positivo aportan.

Lo de las cervezas lo he tenido que leer dos veces. Creo que en este ejercicio de memoria que haces, algo te está fallando o puede ser que las cuatro cervezas que las bebieras tu porque jamás bebo cerveza y, si bebo algo, es un zumo de fruta y jamás dos. Asi que esas cuatro cervezas creo que te dieron una versión extraña de toda una mañana y documentos y todo eso que cuentas cuando no se si llegó siquiera a dos horas con las cervezas incluidas. Que te lo agradecí igual - y te lo sigo agradeciendo -que si hubiera sido toda una mañana. Yo cuando alguien está en su territorio y van a visitarlo siempre he visto que se invita al que va. Los que me conocen y saben como soy – no es tu caso- pueden afirmar que si algo tengo es que soy yo la que quiero pagar siempre que tomo algo con alguien. Imagino que me invitarías pero, si no es así y te viste obligado a pagar cuatro cervezas y un zumo la próxima vez que vaya a Cádiz te llevo el euro que costaría el zumo con intereses incluidos o incluso los de las cuatro cervezas. Te aseguro que sería incapaz de recordar después de 6 o 7 años si pagué o no cuatro cervezas, si me invitaron o si invité… claro que todos no somos iguales.

Un abrazo Javier y mucha suerte en todo lo que estés haciendo. Yo por mi parte seguiré siendo respetuosa con la gente y ni siquiera en mi muro dejo que nadie insulte a nadie… esas cosas para programas estrellas de televisión que, por lo que leo en algunos comentarios, son vistos por muchos de los que dicen quieren construir un mundo nuevo porque se les han pegado las formas. 26 de octubre a las 17:58

Javier Osuna García Estimada Pilar: leída ambas misivas, me veo obligado a aclararte algunas dudas al respecto; a hacerte ver una cierta desproporción entre los 12 renglones míos y los 122 de tu contestación, no sin antes, agradecerte tu amabilidad, el tono empleado y tu educación.

En efecto. Tampoco yo te conocía de nada, aunque tu apellido me sonaba de lejos. Me encontraba en Sevilla trabajando y recibí tu llamada telefónica a partir de la cual, se produjo nuestro único y breve encuentro. Fue en enero de 2007, concretamente el día 23; y lo sé, no porque yo tenga un memoria prodigiosa, sino porque así lo atestiguan los correos, de gmail (en el caso de mi cuenta); y de yahoo (en la tuya), que intercambiamos. Ocho en total.

Se daba la circunstancia (y perdona que abra este paréntesis) que diez meses antes había contactado conmigo, Juan Carlos Aragón, autor reconocido a quien asesoré para su comparsa "Araka la Kana", ganadora de aquella edición de 2007. A quien no sólo asesoré, sino que le presté material, audiovisual y puse a su disposición la mayoría de los trabajos antropológicos que, hasta entonces, se habían publicado en Uruguay sobre las comparsas del Carnaval de Montevideo y su relación con Cádiz. Puse a su disposición un vídeo editado por la Diputación de Cádiz en los 90; documental, asimismo, asesorado por mí. Cuento todo esto, porque de Juan Carlos me solicitaste su teléfono.

Secuencia de hechos: 23 de MARZO de 2007. Ésa mañana tuvimos nuestro encuentro en un velador de San Marcos. Allí hablamos largo de tu proyecto; de sus posibilidades y de qué tenías pensado hacer. Fue una entrevista agradable (en eso estamos de acuerdo los dos) y en la medida que pude, traté de ayudarte. Pero hay un tema absolutamente clave en todo esto y que explica el por qué de mis 12 renglones. A saber. Llegado un punto de nuestra conversación, me preguntaste si me gustaba el flamenco. Mi respuesta fue afirmativa, (de hecho, por aquél entonces ya lo investigaba como materia y tenía alguna que otra publicación en el mercado). Y tú, agradecida como estabas, me dijiste que me ibas a mandar una colección de DVD de flamenco en la que, o bien habías participado como guionista o productora, o bien tenías acceso a ella. No sé exactamente tu grado de participación cuál era. Sí sé y repito que me lo prometiste.

Así las cosas. En mi primer correo (de 23 de enero de 2007), te notifico que he hablado con Juan Carlos Aragón. Te paso su móvil y te indico que él no tiene inconveniente alguno en atenderte. Acto seguido, te proporciono mi dirección postal de correos para recibir los vídeos.

Al día siguiente… 24 de ENERO 2007. Contestas amablemente y dices textual en tu correo: "te mando lo de flamenco esta semana" (sic).

9 de AGOSTO 2007. Han transcurrido 7 largos meses y no he recibido nada. Vuelvo a enviarte un correo, notificándote eso mismo: ¡que no he recibido nada! y consigno nuevamente mi dirección en el escrito. Con amabilidad me contestas al día siguiente…

10 de AGOSTO 2007. Y en este caso, lo haces desde Buenos Aires (ciudad en la que te encuentras, según refieres). Y añades (copio literal): "intentaré que te lo envíen desde Sevilla. No tengo aquí tu dirección. ¿Me la puedes mandar para pasársela a producción?" (sic) Dirección vuelta a mandar (ya iban tres). Espero tres meses más y el:

21 de NOVIEMBRE 2007. vuelvo a notificarte no haber recibido nada. Ése mismo día me contestas y dices (vuelvo a transcribir literal): "te prometo que esta vez te tiene que llegar… porque te lo vamos a mandar" (El uso del plural, obedecía a una tal Almudena a la que tú aludes, supongo que como persona encargada de efectuar el envío que jamás llegaba). A todo esto, el calendario da la vuelta entera; llega febrero de 2008… y yo sigo ‘compuesto y sin vídeos’. De manera que el:

21 de FEBRERO DE 2008. te envío mi penúltimo correo que dice textualmente así:

"Estimada Pilar: Definitivamente no debe funcionar muy bien el correo entre Sevilla y Cádiz, pues aún NO HE RECIBIDO NADA. Te lo digo por si tienes que reclamarle a Correos, pues doy por hecho que lo has enviado. Un saludo. Javier Osuna."

Hago un último y desesperado intento, el:

4 de MARZO 2008, en donde vuelvo a reenviarte el correo anterior… ¡Y ahí me planto! ¡Ahí ya me canso! ¡Ya tengo suficiente! Huelga decir que en todo ese año de correspondencia epistolar, entre tú y yo, hago numerosos intentos de llamarte por teléfono que jamás fructifican (llamaba al número que entonces me proporcionaste: 666 519 637).

Comprenderás que, a partir de aquí, hubo en mí un punto de inflexión en la forma de percibirte. Te percibía caradura; muy caradura, y me sentía utilizado, porque mi ayuda, antes que buena o mala, fue esencialmente desinteresada y el vídeo de marras no lo había pedido, precisamente yo, me lo habías ofrecido tú. Transcurren 8 años… y en esto leo tus declaraciones en la prensa local. ¡Por supuesto que estás en tu derecho de decir lo que quieras! ¡Naturalmente que sí!, como yo lo estoy de decir lo que dije. A los dos nos asiste el sacrosanto derecho a expresarnos libremente, cada uno con sus argumentos.

Con todo, me sorprenden varias cosas.

Una, que no hayas podido localizarme en 8 años para enviarme algo que no pedí; pero que, sin embargo, en menos de 24 horas seas capaz de hacerlo, por mor de una crítica que hago en mi muro de Facebook.

Dos, me sorprende, cuando menos, que reclames la ausencia de autoridades en el palco municipal, cuando la concejala de cultura, Eva Tubio se encontraba en el teatro, con la única diferencia de que la entrada de butaca la había pagado ella. Entretanto, términos como ‘mentira’, ‘falserío’ y ‘política barata’, son transcritos de tus declaraciones, en el periódico La Voz.

Tres, permíteme decirte que en Carnaval el Falla está lleno con Teófila, con Cayetano del Toro, con el Kichi o con Salvochea… porque la ciudad tiene codificada en su tradición, oír unas coplas que, ininterrumpidamente, lleva oyendo desde el primer tercio del XIX. Y se llena también con el flamenco (no en vano, comparte cuna con Jerez y Triana), y se llena con Alcances; y con óperas; y con monólogos; y con certámenes de música sacra… como se llena La Campana en Sevilla cuando llega la cuaresma. Por cierto, para tu información, durante el concurso no se disfraza nadie.

Cuatro, no soy el único crítico con tu actitud. A poco que navegues por la red, encontrarás muchas voces del ámbito de la cultura (incluso de actores compañeros) que no han compartido tus palabras. ¿Es lícito, no?

Cinco, el término ‘soflama’ significa, además de ‘perorata’, ‘discurso’ y ‘alocución’. Y a discurso y a pataleta, Pilar, me sonó tu declaración. Tú "no te casas con los tuyos"… (dices). Bien. Yo no tengo "míos"; no pertenezco a ningún partido político.

Seis, te agarras a la única parte que en el escrito deslizo medio en broma. En donde, entiendo que, menos importa la veracidad, porque, como comprenderás, no recuerdo a ciencia exacta, si te tomaste una cerveza o un zumito de peras de agua del valle de Teruel; es decir, te aferras a la parte menos seria de mi queja, como punto de apoyo argumental. Pues bien, a pesar de haberlo escrito yo, ignoro si fueron cuatro cervezas, dos cortaos, una menta poleo o una media luna de coco. ¡Da lo mismo! ¡Da igual si pagué yo la bebida o pagó el campanero de San Marcos! ¿Qué más da? Pero sí me importa, y mucho, la promesa del vídeo de la que sí guardo recuerdo de ciencia exacta. Y de su posterior tomadura de pelo, porque me toreaste como a una vaquilla en un tentadero. Porque, efectivamente, fue una tomadura de pelo.

No es necesario el pago de intereses de las bebidas. Ya he dicho que ésa es la anécdota; la insignificante parte anecdótica de algo más: un todo, bajo velo de promesa incumplida, que sí me importa. Y mucho. Me importó, mejor dicho. Ya me da igual. Luego, el euro y los intereses de demora, generados en ocho años, si te parece (por seguir con tu ironía) puedes invertirlos mejor en rabillos de pasas, que te ayuden a mejorar la calidad de tu memoria y fijen con mayor eficacia las tareas pendientes, derivadas de los compromisos adquiridos en el día a día.

Llegado a este punto, por mi parte, doy por zanjado el tema, no sin antes desearte de corazón todo lo mejor en tus nuevas empresas, porque sé que eres una buena profesional. Créeme, no te guardo ningún tipo de rencor. El rencor corroe y favorece la aparición de arrugas… ¡y yo tengo muchas ganas de divertirme en la vida y de hacer cosas que me hacen tremendamente feliz. Pero por tu mare (y por la mía que se llamaba Encarna): ¡No me digas nunca más que me vas a regalar una colección de vídeos! La próxima vez, me regalas una caja de yemas de la Campana y una botella de mollate de Umbrete y si quieres brindamos los dos. Un fuerte abrazo, Pilar.

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