La irrelevancia de IU
Lo peor que le puede pasar a un partido es caer en la insignificancia, pasar desapercibido. Es lo que le ha ocurrido a Izquierda Unida desde que la dupla Maíllo-Garzón se hiciera cargo . IU es ahora un mero apéndice de Podemos, subsumidos como están en otro grupo parlamentario y en otra estrategia. Ya el PCE había pasado hace años a ser un mero club de opinión. Incluso Anguita dijo aquello de "el alma del PCE transmigrará a IU" antes de poner en marcha el camino contrario. Ahora en Andalucía hay una asamblea con dos caminos:por un lado Maíllo, que defiende la política actual, y por otro Pérez Tapias, que reclama mayor vigor para IU. En la provincia , según parece, defienden estas postura la diputada Inmaculada Nieto y el exdiputado y excoordinador provincial Ignacio García , respectivamente. A pesar de este debate, nadie le ha prestado la más mínima atención lo que señala que a casi nadie le importa. De vez en cuando se forma algún pequeño revuelo, como cuando Susana Díaz quiso nombrar comisionado de la Memoria Histórica a Diego Valderas y salió Antonio Maíllo con el puñal entre los dientes. Conocí a Antonio Maíllo hace ahora 30 años, cuando era profesor en Sanlúcar y todavía no había salido del armario. Un tipo inteligente y divertido que por entonces pertenecía a lo que se llamaba la Tercera Vía o los Cascos Azules, el sector intermedio entre Nueva Izquierda y el PCE que promovía el alcalde de Carmona, Sebastián Martín Recio. Luego Maíllo se fue a Aracena, hizo pública su tendencia sexual y terminó de director general de la Junta de Andalucía. Ahora es el guardián de las esencias antisocialistas. La vida da muchas vueltas. No sé muy bien en qué sector se encuadra el alcalde de Medina y coordinador provincial de IU, Fernando Macías, pero sí puedo decir que me parece una persona culta e inteligente y un excelente alcalde de su pueblo.
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