Ya huele a feria

Cada año no deja de asombrarme de la iniciativa del Casino Gaditano consistente en convertir su patio en una caseta de feria. Esta institución tan seria y respetable, formada por gaditanos de pura cepa que presumen de serlo, gente respetable y talludita que conservan las esencias de la tradición entre las paredes de su noble edificio de San Ant0nio, desde su excelente biblioteca hasta la puerta lateral encarada a la calla de la Plata por donde podían entrar y salir las chicas malas de las casas de lenocinio, donde todavía se conservan los ecos de la represión franquista llevada a cabo con saña por los hijos de la burguesía local en sus salones, cuando el Casino fue la sede de las fuerzas adictas al golpe de estado de Franco. Pues bien, esta venerable institución se convierte en una feria sin albero, un real sin caballos pero con trajes de volantes. Es un quiero y no puedo, una expresión de impotencia, un reconocimiento de la superioridad de Sevilla y sus secuelas (Jerez, El Puerto, Sanlúcar), una negación de la tradición gaditana como paradoja de la historia del propio Casino. No me extraña que les cueste trabajo encontrar un sustituto para el presidente o que hayan tenido que recurrir al dinero público para subsistir. La feria de primavera del Casino es un símbolo de la decadencia imparable de la ciudad.La cita es el 10 de mayo. El que lo coja pa él.