De apoyar al Rey de Marruecos a asistente de Pablo Iglesias. En Calle de Agua.

03 de abril 2019 - 03:52

DINA BOUSSELHAM Se busca un hombre de Estado para Marruecos| 12/04/2013

Hoy en dia es impensable hablar de democracia sin ciudadanía. Y es que sin una conciencia de pertenencia, la democracia (y tal vez cualquier otro sistema de gobierno) simplemente no podrían prosperar. En términos sustantivos, la ciudadanía se refiere a esta conciencia de pertenencia, es decir, al status de miembro de una determinada comunidad política, con derechos y deberes definidos.. Siguiendo por ejemplo la teoría de la ciudadanía de Marshall podemos diferenciar entre ciudadanía civil, política y social. La civil está relacionada con la libertad de expresión y de pensamiento, con la existencia de instituciones capaces de garantizar los derechos y libertades. Marruecos en los últimos años ha dado un salto cualitativo en este sentido, principalmente tras la reforma de la constitución en el 2011, impulsada por el Rey, y que incluye ampliamente una lista de libertades y que poco a poco las instituciones van velando por su protección y por su aplicación de manera efectiva. El otro tipo de ciudadanía, la política tiene que ver con el derecho a participar en la toma de decisiones, como miembros tanto pasivos como activos. En Marruecos este derecho a pesar de que ha existido con total libertad desde la independencia, la política y el ciudadano llevan divorciados desde entonces. El clientelismo que ha caracterizado a los sistemas políticos que han ido gobernando, junto con la desconfianza que ello conlleva, ha puesto al ciudadano en una situación de absoluto escepticismo, de descrédito que se traslada en las altas tasas de absentismo. Este hecho adquiere mayor relevancia en las nuevas generaciones, que ven la política únicamente como un medio a través del cual se van consiguiendo satisfacer intereses personales dejando en el olvido por quien y a quien se gobierna. Y es aquí donde hemos de ser conscientes de que Marruecos necesita una nueva clase política. Es necesario renovar, fortalecer y prestigiar la actividad política haciéndola mas ética y mas transparente y sobre todo más cercana al ciudadano; capaz de convocar a las nuevas generaciones a participar y creer en ella. Hay que incentivar el dialogo, promover la tolerancia, el respeto y la solidaridad. Se necesitan políticos del siglo XXI capaces de enfrentar los nuevos desafíos de este Marruecos plural, que aspira a convertirse en un país prospero, democrático, situándose a la vanguardia del mundo árabe, como país emergente. Y la diferencia entre los políticos que tenemos en el poder en la actualidad es que solamente se preocupan por las elecciones, no están capacitados a diseñar un proyecto de futuro nacional (en lo que va de legislatura sólo han podido sacar adelante un único proyecto de ley).

Por ello hace falta un verdadero hombre de Estado. Como decía Winston Churchill el hombre de estado camina por los senderos de la política con la mirada puesta en el largo plazo. Este estilo de liderazgo basado en la tolerancia y en la gobernabilidad "para todos" es el principal rasgo que diferencia a la miopía de los gobernantes de la nitidez de los estadistas. Volviendo al concepto de ciudadanía, el ultimo tipo según Marshall es la llamada ciudadanía social, ligada al derecho a la seguridad y a un minimo de bienestar que esta en correlacion con los estándares sociales, esto es, la educación y demás servicios sociales. Marruecos tiene un alto déficit en este tipo de ciudadanía, siendo en mi opinión la base de desarrollo de las demás ciudadanías. Ya que si una persona no tiene que comer, donde dormir y es analfabeta, poco le importa cumplir con su deber de ciudadano, y por consecuencia no podrá disfrutar de sus libertades fundamentales (ciudadanía civil). ¿Qué se ha hecho en estos años? Mucho y poco a la vez. Mucho porque se han dicho grandes promesas pero pocas acciones para universalizar la educación, hacerla de calidad, por mejorar los servicios públicos de sanidad, mejorar la protección social, por combatir la pobreza, la indigencia etc.. La realidad sigue allí, y el problema debe ser atacado de raíz: empecemos por la educación!! Para ello podríamos coger como modelo los proyectos que tuvieron éxito en el continente latinoamericano. El programa 'Yo si puedo' desarrollado por Cuba y utilizado en varios países del mundo ha dado buenos resultados (entre 2002 y 2009 se alfabetizaron con este programa cerca de tres millones y medio de personas). El programa de alfabetización rural impulsado por Nestor Kirchner en Argentina y cuya finalidad es llegar a las poblaciones que viven en el campo, es otro ejemplo. Brasil entre 2003 y 2011 llevó a cabo un proyecto denominado Programa Brasil Alfabetizado, que se baso en una serie de métodos de alfabetización adecuadas a cada tipo de comunidad, a la realidad de cada contexto. En cinco años consiguió alfabetizar 10 millones de personas. En definitiva, si tuviésemos que ver las necesidades del pueblo haciendo paralelismo con la pirámide de Maslow, deberíamos decir que la base de la pirámide es la educación. Sin ella no habrá ciudadanos libres, y por tanto jamás podremos considerarnos un país democrático. Para ello debemos contar con los instrumentos (las instituciones), pero sobre todo con un hombre que vele por el interés general: un hombre de estado. A día de hoy, ningún partido ha demostrado tener entre sus filas algo parecido. La oposición marroquí de manos del Partido Autenticidad y Modernidad es el único que ha demostrado creer en el concepto de ciudanía, esa ciudadanía que describíamos líneas atrás de manos del teórico Marshall. Y es que el PAM ha sido el único que ha abierto las puertas a los marroquíes residentes en el extranjero a la creación de una sección política. Y por si alguien tenían dudas, no es por oportunismo ya que las elecciones acaban llevarse a cabo hace apenas un año. El objetivo es que las voces de todos los marroquíes puedan ser escuchadas. La constitución lo garantiza, y el PAM ha sabido responder. ¿Querrá el Gobierno de Marruecos llevar a cabo un proyecto ley para que efectivamente los marroquíes en el extranjero puedan votar y ser votados en conformidad con lo estipulado en la carta magna? ¿Cree el Gobierno marroquí en la ciudadanía? ¿Y en la democracia inclusiva? ¿Qué prioridades tiene este Gobierno? ¿Está en su agenda erradicar el analfabetismo? ¿Tiene agenda este Gobierno? El tiempo es el mejor maestro. De momento la consolidación de la democracia encabeza la lista de deberes pendientes que tiene que enfrentar el futuro hombre de estado de Marruecos. Aquel que será reconocido por el juicio histórico de sus ciudadanos y será recordado por lo que hizo, y no por lo que dijo.

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