"Mi Pregón no será un Pregón Covid". Con esta firme declaración de intenciones se presentará mañana domingo a las doce del mediodía el pregonero de la Semana Santa chiclanera en el Teatro Moderno para protagonizar un acto que, como el resto de las circunstancias de la vida actual, estará marcado por la pandemia que sacude al mundo, aunque con el claro propósito de que dicha crisis sanitaria no sea la protagonista de su intervención.

Con esta motivación se pondrá Francisco José Salado, cofrade, colaborador activo de numerosas causas sociales y especialmente vinculado a la Parroquia de San Sebastián desde hace años, además de ejercer actualmente de delegado municipal de Servicios Sociales como concejal del PSOE en el Ayuntamiento chiclanero, ante un auditorio que ya vendrá condicionado por las actuales restricciones de seguridad, con un aforo limitado y mucha menor asistencia de público de lo que es habitual.  

Pese a ello, el pregonero afirma sentir el cariño de muchas personas que mañana no podrán asistir a su pregón y que desde el pasado año, cuando tuvo que suspenderse este acto por encontrarse la pandemia en pleno auge, le han transmitido su ánimo y sus mejores deseos. "Aunque el teatro no estará lleno, seguramente serán muchos los que sigan el pregón a través de los diferentes medios de comunicación y las redes sociales, algo que nos da la oportunidad también de abrirnos a muchas más personas que de lo normal", se consuela el encargado de prologar la Semana Mayor de su ciudad.

Asimismo, afirma que no es mejor contar con todo un año añadido para darle vueltas al pregón, ya que se reconoce cansado por esta situación en algunas ocasiones de estos largos 12 meses que se cumplen de pandemia, y además afirma que su mensaje será el mismo que ya tenía claro que quería transmitir el pasado año, "aunque matizado con las actuales circunstancias, como no podía ser de otra forma", explica.

"Está claro que este año no podremos vivir la Semana Santa en la calle, como es tradición, pero eso nos da la oportunidad de volver a los orígenes y sentir esta fiesta desde dentro de los templos, algo que, si sabemos aprovecharlo, nos puede venir muy bien a los cofrades y a los cristianos en general", anima el pregonero, al tiempo que anuncia su intención de dedicar un momento especial a todas y cada una de las hermandades chiclaneras, "porque para mí son todas iguales en importancia y merecen la misma atención y respeto".

Con un acompañamiento musical de piano y violín, el pregonero no tiene problema en desvelar que será un discurso basado en la prosa, aunque con toques de poesía, al tiempo que se compromete consigo mismo a "ser fiel a mi estilo, crítico y reivindicativo, pero desde el cariño y la autocrítica", apunta.

Sin duda, el de mañana domingo será un Pregón, como el resto de vivencias de todos los ámbitos de la actualidad, especial y marcado por las actuales circunstancias, pero, sobre todo, con el deseo de su protagonista de conseguir contagiar a su auditorio de la ilusión por celebrar esta fiesta de una forma plena y provechosa, a pesar de los condicionantes.