Casi seis años y medio después de que aparecieran en el cerro de El Castillo los que pueden calificarse como parte de los restos arqueológicos más importantes de la historia de la ciudad, los que han obligado a replantear parte de las teorías existentes sobre el origen de los asentamientos más antiguos en esta zona de la Bahía, este yacimiento arqueológico sigue esperando un proyecto definitivo de puesta en valor o, al menos, una actuación que permita a chiclaneros y visitantes poder conocer de primera mano algunos de los datos y elementos más antiguos de la ciudad y presenciar sobre el terreno una de las más importantes pruebas de la presencia fenicia en esta zona.

Y es que, a pesar de los numerosos intentos y anuncios por parte de las diferentes administraciones y equipos de gobierno sobre la puesta en valor y la apertura al público de los importantes restos aparecidos en esta zona de la ciudad en septiembre de 2006, lo cierto es que tanto el yacimiento original, junto a la calle Ánimas, como las sucesivas excavaciones realizadas en el patio del colegio El Castillo o la nave municipal adyacente, entre otras, siguen siendo testigos de la historia reservados a unos cuantos, ya que aún no ha sido posible encontrar la forma ni la financiación necesaria para su habilitación como centro cultural y de investigación susceptibles de ser visitados y expuestos al público.

Cabe recordar, en este sentido, que ha sido en varias ocasiones cuando se ha anunciado por parte del Consistorio que los presupuestos municipales contarían con partidas destinadas a profundizar y poner en valor estos restos, sin que hasta el momento estas actuaciones hayan podido culminarse en forma de espacio cultural y educativo que sirva de nexo de unión con las más antiguas raíces de la localidad, allá por el siglo VI antes de Cristo. En este sentido, los importantes restos de ocupación y asentamientos fenicios, romanos y posteriores aparecidos en el año 2006 siguen bajo tierra en el solar adyacente a la promoción de viviendas construidas entonces en la citada ladera, así como los restos encontrados años más tardes en las excavaciones realizadas al efecto en la nave municipal anexa.

Así, los tres últimos intentos de llevar a cabo dicha puesta en valor datan del mes de abril de 2011, cuando se anunció un acuerdo entre el Consistorio, con José María Román (PSOE) como alcalde, la Universidad de Cádiz y el empresariado local, un convenio que pretendía convertir el enclave en una "industria cultural que generara empleo estable". Posteriormente, en diciembre de 2011, desde la Delegación municipal de Cultura, al frente de la cual se encontraba ya José Manuel Lechuga (PP), se anunciaba el propósito municipal de buscar fondos para hacer posible el proyecto de puesta en valor presentado entonces por los arqueólogos responsables de dicho yacimiento, momento en el que se habló de la construcción de una cubierta y un suelo acristalado sobre el solar original en el que parecieron los primeros restos. Asimismo, en noviembre del pasado año 2012, desde esta misma Delegación municipal se solicitó a la Junta la financiación necesaria para elaborar una carta arqueológica que trazara las líneas maestras del patrimonio arqueológico del municipio, un proyecto en el que tendría especial relevancia el hallazgo de El Castillo y que, en parte también afectado por la difícil situación económica generalizada, sigue a la espera de que alguna de las administraciones competentes se decida a acometer de forma firme y definitiva una actuación ampliamente demandada para, entre otros objetivos, saldar la deuda que Chiclana tiene con su historia.