Chiclana

Hermandad con Béziers y El Astillero

  • El Ayuntamiento acogió ayer el acto institucional con motivo del 25 aniversario del hermanamiento de Chiclana con ambas poblaciones

Foto de grupo de las comitivas de las poblaciones de Cantabria, Francia y Chiclana en la escalinada del Consitorio.

Foto de grupo de las comitivas de las poblaciones de Cantabria, Francia y Chiclana en la escalinada del Consitorio. / Sonia Ramos

Ya son 25 los años desde que Chiclana se hermanara con las poblaciones de El Astillero (Cantabria) y Béziers (Francia), una iniciativa que surgió en la época en la que José de Mier Guerra era alcalde de la ciudad.

En este sentido, esta efeméride fue motivo de un nuevo encuentro con representantes de los referidos municipios con el fin de estrechar aún más lazos y con vistas a que perdure este largo y fructífero hermanamiento.

El acto tuvo lugar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, donde los portavoces de El Astillero y Béziers, Juan Antonio Maestro y Bernardo Martínez, expresaron su satisfacción por el reencuentro con Chiclana y dieron las gracias a todas esas personas y colectivos que hicieron posible el hermanamiento con la ciudad de Chiclana, hace ya más de 25 años.

En el acto también estuvieron el alcalde, José María Román; José de Mier; la edil Pepa Vela, y representantes de entidades muy vinculadas con las citadas localidades de Cantabria y Francia, tales como la Peña y Escuela Taurina Emilio Oliva, las peñas carnavalescas Perico Alcántara y Hombres del Campo y la Peña Flamenca Chiclanera, entre otras.

El regidor chiclanero destacó que el hermanamiento con El Astillero y Béziers se fraguó "desde la sinceridad y el corazón" al tiempo que resaltó la importancia de los continuos contactos que mantiene Chiclana con ambas poblaciones y viceversa.

Este evento acabó con el intercambio de obsequios y, posteriormente, hubo otro nuevo encuentro en el ferial de Las Albinas entre representantes de la localidad y las ciudades hermanas, donde disfrutaron de cante flamenco y el extraordinario ambiente de la Feria de San Antonio.

Mucho ha transcurrido desde que se decidiera compartir la cultura, la industria, el folclore y hasta los hijos, que tuvieron la suerte de disfrutar de los siempre enriquecedores intercambios escolares con los citados municipios hermanos.

Béziers es la hermana francesa, sureña, marítima, vinícola y hasta taurina con esas muestras de admiración y cariño a la familia Oliva. Desde el primer momento, niños y jóvenes chiclaneros viajaron a Francia para, con el pretexto del conocimiento del idioma, formarse como personas, que al fin y al cabo es lo más importante y lo que permanece con el tiempo. Y prueba del éxito es que año tras año se repitieron los intercambios entre escolares, convirtiéndose en un nexo común de una generación entera de chiclaneros que emulando a los viajeros británicos del Grand Tour, reconocieron la importancia del viaje formativo y el contacto con la cultura y el arte de otros lugares.

El intercambio entre jóvenes también formó parte de las actividades de hermanamiento con El Astillero, Cantabria. Esta vez, sin pretensiones académicas e idiomáticas, ambas locales se hermanaron como nunca y para siempre. Compartieron la Feria de San Antonio con sus Fiestas de San José, el carnaval invadió sus calles a modo de charangas y chirigotas, exposiciones en ambas orillas mostraron al otro lo mejor de uno y los niños andaluces se unieron a los cántabros en una comunión norte-sur como nunca antes había ocurrido. Hermanamiento hermoso que ha sobrepasado las fronteras de la colectividad del municipio para llegar de forma directa a las personas, y es que muchas de ellas mantienen aun lazos con sus hermanos cántabros.

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