El debate sobre la tasa turística vuelve a estar sobre la mesa. Los ayuntamientos de Sevilla y Sevilla (PSOE), Málaga (PP) o Cádiz (Adelante) llevan meses debatiendo sobre la imposición de este gravamen a los visitantes. Aunque ya se aplica en hasta 21 países europeos, con cobros de entre 1 y 10 euros por noche y persona, la Junta de Andalucía, administración que podría implantar el marco normativo para su aplicación, rechaza esta posibilidad.

El consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, defendió esta semana que “ahora no toca” hablar de “inventos” como el de la denominada ‘tasa turística’ ante cuyo posible establecimiento “parece que hay una oposición frontal” entre el sector. En cualquier caso, comunidades como Baleares y Cataluña ya han puesto en funcionamiento esta tasa que cada vez gana más adeptos.

De momento, Chiclana también acepta el debate. “Es un tema controvertido”, reconoce el alcalde, José María Román, que valora los beneficios que supondría imponer este impuesto en el municipio gaditano con más camas hoteleras. “Para nosotros la tasa turística iría encaminada a fortalecer el modelo de turismo sostenible que tenemos. Somos una población de 89.000 habitantes que en temporada alta alcanza los 240.000 habitantes. Nuestro objetivo es que podamos seguir manteniendo, o mejorando más aún, esos estándares de calidad”, explica el primer edil.

En cualquier caso, el regidor chiclanero, también diputado provincial de Turismo, asegura que cualquier decisión se tomaría en consenso con el sector hostelero, el comercio y la hostelería. “Escuchar las opiniones de muchos serían la mejor forma de acertar” en una medida que “genera amores y odios sólo con escuchar el nombre”. Lo importante, insiste, es “valorar y medir si la tasa turística puede ser conveniente o no por el bien de la industria turística y la calidad de vida”.

A lo largo del 2021, más de un millón de personas -1.228.206- pernoctaron en el destino Chiclana, según la encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Aplicar una tasa turística en la localidad permitiría recaudar ingresos millonarios para las arcas municipales que podrían ser reinvertidos en ofrecer mejores servicios tanto a la ciudadanía como a los visitantes.

Hay que tener en cuenta que, aunque la aplicación del impuesto varía en Europa y alcanza los 10 euros en algunos países, las propuestas de los ayuntamientos andaluces contemplan tasas de entre 50 céntimos y 2 euros para los visitantes. Granada calcula que si la aportación es de 1 euro ó 1,5 euros se podrían recaudar entre 3 y 5 millones. Sevilla, con una propuesta de entre 50 céntimos y 2 euros, aspira a recaudar unos 7 millones de euros anuales. Cádiz espera ingresar 2 millones de euros al año, mientras que Málaga, con una tasa de dos euros, llegaría a los 10 millones.

El gasto diario por turista en Chiclana supera los 84 euros, por lo que la aplicación de una tasa a esos niveles supondría un porcentaje incluso más bajo que en otras ciudades. “Chiclana tiene un turismo de gran poder adquisitivo que con los menores impactos genera la mayor cantidad de puestos de trabajo posible”, recuerda Román, que considera necesario “mimar” a ese perfil de visitante.

De esta forma, la ciudad tiene por delante un debate difícil de abordar por las reticencias que provoca, pero necesario ante los beneficios que podría aportar a sus habitantes y a los propios visitantes.