“El día que llueva lo va a hacer con ganas y habrá lamentos”, augura el alcalde de Chiclana, José María Román. La memoria de la ciudad está marcada por las grandes riadas de 1962 y 1965, con desbordamientos de menor intensidad en las últimas décadas. Cada diez años aproximadamente, un episodio de lluvias torrenciales en la cuenca del Río Iro amenaza con inundaciones en la ciudad, mucho más preparada ahora que en los años de la tragedia.

Hoy existen muchas mejores canalizaciones y hace tiempo que se realizaron obras de encauzamiento para minimizar los riesgos. Sin embargo, surge una nueva amenaza: el cambio climático. Los científicos han demostrado que se está intensificando el ciclo del agua, lo que aumenta el riesgo de lluvias intensas y tormentas poderosas. “No llueve ahora, pero sabemos que cada cierto tiempo se producen lluvias torrenciales y, con ellas, las temidas riadas de Chiclana”, expone el alcalde de la ciudad, quien ha elevado la voz esta semana para “salvaguardar a Chiclana de las inundaciones”.

El Ayuntamiento encargó al anterior Gobierno de la Junta de Andalucía, administración competente en esta materia, un estudio de inundabilidad para medir los riegos ante un episodio extraordinario de lluvias torrenciales. Según denuncia el regidor chiclanero, este documento está listo desde hace unos meses, aunque el Ayuntamiento aún no lo ha recibido. El estudio, elaborado los técnicos tras la llegada de Juanma Moreno a la presidencia y bajo el título de ‘Estudio de alternativas para la defensa del río Iro a su paso por el núcleo de Chiclana de la Frontera’, permitiría determinar qué zonas son inundables y qué nuevas medidas de protección ante inundaciones podrían abordarse.

“Además, el estudio es imprescindible para la elaboración del nuevo Plan urbanístico, donde los nuevos suelos de crecimiento irán de acuerdo a la consideración de la Junta en cuanto a los suelos inundables, que no podrían ser urbanos”, explica el alcalde de la ciudad.

Por otra parte, el alcalde ha denunciado que la Junta de Andalucía tiene pendiente de emplear 26 millones de euros “reservados” para la depuradora de Chiclana con arreglo al canon del agua. Esa inversión permitiría poner en marcha una nueva depuradora en la ciudad o la modernización de la actual. “Se necesita mayor implicación en la gestión para que ambos asuntos vayan saliendo adelante. Ojalá sepamos algo pronto, por el bien de Chiclana”, resalta el alcalde.

En un documento de la Consejería facilitado por el propio Román, la partida para la ‘Ampliación y mejora de la EDAR La Barrosa en Chiclana de la Frontera’ contempla 19 millones de euros de inversión y la ‘Ampliación y mejora de la EDAR El Torno en Chiclana de la Frontera’, con seis. De momento, la Junta no se ha manifestado al respecto.