Chirigota

Los que viven de gañote

Localidad: Cádiz

Letra: Juan Carlos Vergara León y José Antonio Alvarado Ramírez

Música: José Antonio Alvarado Ramírez y José Manuel Cornejo Benítez

Dirección: Cristóbal Cornejo Benítez

el tipo.  Vampiros satirones.

Las coplas. Aunque son vampiros, sus colmillos no son capaces de hacernos una herida. Este no es el año en el que están más atinados, a pesar de que Love, Cabra, los Cornejo y compañía son capaces de levantar cualquier repertorio. El grupo está por encima de las letras. Mezcla de todos los temas de la actualidad nacional en el primer pasodoble. No encuentran sangre en los cuellos de los ciudadanos porque no tienen ni una gota de estar cabreados, los banqueros tienen las venas duras como una roca y piden trabajo a Paz Padilla en Sálvame, pero ya tiene "la plantilla de vampiros completa". Un inicio que no funciona para denunciar que la justicia "se justifica con la Pantoja", mientras que los curritos se distraen con la tele basura. Todo para conducirlo hasta las pasadas elecciones, en las que el pueblo sigue "haciendo el tonto deshojando margaritas", mientras que "en la cárcel está la más tonta". Un remix de asuntos que no cuaja. Un romance entre un vampiro y una gaviota sirve de pretexto para piropear a Cádiz. Ellos la ven de día y el ave, de noche. En el momento de la verdad, flaquean las fuerzas con dos cuplés flojos. En el primer cuello que atacan, su parienta se aficiona a la literatura y no para de ir a la biblioteca, pero ellos se tranquilizan al acercarla a casa el bibliotecario. Los monstruos salen de fiesta en el segundo, menos la momia, a la que "desde que no es la alcaldesa no hay quien le hable". Se quedan sin sangre.

 

EN CUARTOS

Las coplas. Satirones que salen de su ataúd dispuestos a chupar. Con colmillos, pero no incisivos, a la búsqueda de gañotes fáciles. No muerden en la tanda de pasodobles con sendos homenajes carnavaleros. En primer lugar, se acuerdan de los coros por el satireo de ver a las mujeres como mean desde la batea. De la parte graciosa -que no termina de arrancar- pasan a la seria para cantarle a la ausencia del coro de la Viña. El coro sigue llevando su pellizco, pero ya no llevan bizcos en la cuerda de tenores.  Tras 38 años de coplas, sufrirán por "no escuchar su tango". Un repaso por su trayectoria para pedir su vuelta cantando tangos en la plaza. No se podía olvidar de Miguel el Mellao  su chirigota. Sin embargo, se basan más en sus vivencias con este grupo entre reparto de pictolines o los chivateos a Don Adolfo por los ensayos sin él. 20 años hace que Miguel les adoptó "como hijos". Por ello, todos los recuerdos no sirven para dar un homenaje, sino para demostrar que Miguel "sigue vivo entre nosotros". Mejoran en los cuplés el nivel de la primera fase con un intento de atentado en el Carranza, aunque viendo cómo juega el Cádiz la gente "ya tiene bastante con lo que tiene", y lo que le gusta a su mujer programa de La voz, que cuando ellos le tocan el botón, ella se da la vuelta. Una de sangre, pero en tomate.

 

EN PRELIMINARES

las coplas. Vacilones, como han sido toda su vida. La experiencia es un grado y la chirigota del Love es capaz de defender cualquier repertorio. Con el recuerdo de Miguel el Mellao, que aparece con colmillos en el forillo, huelen la sangre y todos los cuellos. Por eso viven del gañote. Aunque no son tan incisivos como en otras ocasiones. Si fallan las letras, ellos aportan lo que falta. En la presentación, que no pasa de simpática, sí destacan algunos detallitos como el uso de sus dientes  para abrir latas o hacer dobladillos. Bocaítos por pasodobles  mitad graciosos, mitad serios, una fórmula que defienden sus actuales autores, aunque no cuaja.  El primero lo inician con los problemas que tienen cuando dan mordiscos a personas famosas para girarlo hacia el nuevo alcalde, al que le piden que  pelee por la ciudad como si fuera su madre  y que si se vuelve un vampiro, "seré yo el que te clave la estaca en el pecho". En el segundo, que suena más a primera letra, mezclan su infancia en el colegio con sus malas notas y su papel de payasos por ser chirigoteros. El cuplé sobre la reventa de entradas para el viernes 15 salva la tanda al afirmar que el boli que compraron "pinta de puta madre", aunque la comparsa de Martínez Ares estuvo "regular". En el primero, malo, mandan como foto para un currículo la foto del negro del rabo del Whatsapp -otra vez más-. Tienen que afilar sus colmillos.  

   

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