Miguel Bosé viaja en el tiempo: “Chiclana abre tus alas y vamos a volar”

El artista cautivó al público de Concert Music Festival, con su 'Importante Tour', en una noche mágica e inolvidable

Búscate en el concierto de Miguel Bosé en el Concert Music Festival de Chiclana

Miguel Bosé, durante su actuación en Concert Music Festival
Miguel Bosé, durante su actuación en Concert Music Festival / JESÚS MARÍN

Era una noche de reencuentros en Concert Music Festival. Después de ocho años de ausencia en los escenarios y diecisiete años desde la última vez que actuó en Chiclana, Miguel Bosé se reencontraba, este sábado 19 de julio, con su público en este lugar tan mágico donde la brisa marinera te abraza y las estrellas te iluminan. Y lo hacía con su Importante Tour.

Si el enclave era mágico, la actuación de Miguel Bosé fue estelar. El icónico artista, vestido de blanco, pisó con suma elegancia y sofisticación el Auditorio principal de Concert Music Festival. Con solo Mirarte incluso podías notar cómo su mirada penetrante se clavaba en el corazón de sus más fieles, conquistándolos así desde el primer momento en el que comenzó su actuación.

Como un ángel caído que se eleva de nuevo, Miguel Bosé fue alzando el vuelo con Duende y El Hijo del Capitán Trueno, antes de llegar a uno de los momentos álgidos con Nena, retrocediendo a aquellos años donde desprendía sensualidad junto a Paulina Rubio interpretando este éxito. Y, tras poner a su público a bailar, no dudó en dirigirse a ellos para darles las buenas noches.

Miguel Bosé durante su actuación en Concert Music Festival 2025
Miguel Bosé durante su actuación en Concert Music Festival 2025 / JESÚS MARÍN

“Estamos aquí reunidos, después de tantos años, para continuar con una celebración que dejamos pendiente y, que, por muchas razones, se tardó en continuar”, confesó el artista a sus fieles. Así que prometió “retomar aquel viaje que dejamos suspendido y nos adentraremos en el pasado”. Y si hay algo que pueda despertar una emoción es “un perfume”, al igual que la música, “que lo atrapan todo”.

Miguel Bosé invitaba así a volver “a este origen intacto”. En este viaje musical quería que el público se transportara con sus canciones a “cuando teníais 20 años”. Así, bromeando sobre el paso del tiempo y la edad, el artista continuó con fuerza, mucha emoción y causando sensaciones con Aire soy. Aunque otro de los platos fuertes durante el inicio fue Bambú, poniendo a cantar y bailar a los allí presente con su coreografía.

Fiel a su estética teatral, jugando con las luces y sombras, el artista desprendía un magnetismo inigualable. El estilo inconfundible de Miguel Bosé sobre el escenario, creando un halo de misterio y realizando las pausas necesarias en momentos puntuales, cautivaban aún más al público. El artista continuó con Este mundo va, Sereno y Solo sí, antes de adentrarse en sus éxitos Hacer por hacer y Como un lobo, con el que el público enloqueció.

Miguel Bosé se puso tierno, sensual, divertido y nostálgico, pero también se puso serio a la hora de reivindicar “la paz”. Confesó estar “harto” con la situación bélica en el mundo y no dudó en señalar que “la guerra sigue siendo un negocio, la paz no. Mientras que esto sea así, va a seguir habiendo guerra”. Tras este alegato a favor de la paz —“y a vivir en paz”—, Miguel Bosé continuó con Nada Particular.

Miguel Bosé en el inicio de su concierto en Concert Music Festival 2025
Miguel Bosé en el inicio de su concierto en Concert Music Festival 2025 / JESÚS MARÍN

24 canciones que reviven su legado

El concierto de Miguel Bosé llegaba a su ecuador. De la pureza del blanco pasó a vestir de rojo pasión, con una chaqueta larga que descendía por las escaleras como si fuera una bata de cola, decorada con claveles, para interpretar Olvídame tú y Sevilla, una de las más especiales y con la que lleva a esta ciudad por cada concierto.

El artista también habló de las ausencias, “cuando alguien a quien querías mucho se va”. Además, insistió en lo importante que era “dejar su espacio ahí vacío, porque es algo sagrado”. Hizo referencia a sus abuelos, que decían que “los muertos no se tocan, las memorias se han de guardar y hay que dejar sus cosas como están, porque si no trae malas nuevas”. Con melancolía interpretó la balada Amiga, en memoria de la cantautora Cecilia que falleció en 1976.

Tras este emotivo tema le siguieron Creo en ti y Partisano, hasta que, con Puede que, Bosé comenzó a repartir besos a Chiclana. Tras presentar a sus músicos, el artista sacó su lado más sensual con Morena Mía y su cuenta atrás hasta diez. Con Si tú no vuelves, se disparó la emoción y alguna lágrima caía por el rostro de algunos presentes.

El aclamado artista lo había avisado, la música, como el perfume, despertaría una emoción. Así fue como entre elegancia y magnetismo, este Amante Bandido fue conquistando aún más a su público, que se negaba a dejarlo ir. Sus 24 canciones fueron desbloqueando recuerdos y cicatrizando heridas del pasado. Miguel Bosé volvió a ser Don Diablo por una noche… y ¡vaya la que armó en Concert Music Festival!

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