Disfruta de una apasionante lectura y una merienda muy dulce en el corazón de Cádiz
En este espacio cultural se rinde homenaje a la literatura con café en mano
Los libros y las letras se convierten en el tándem perfecto para evadirte de tus obligaciones diarias
Esta pequeña tienda con alma portuguesa en Cádiz vende los famosos pasteles de Lisboa, vinos de Oporto y conservas gourmet
Ya se sabe eso que dicen que a nadie le amarga un dulce. Pero si además lo combinas con una plácida y agradable lectura, la combinación puede resultar irresistible. La vuelta a la rutina te habrá supuesto un gran estrés tras las vacaciones de verano, así que seguramente te apetezca disfrutar de un rato a solas contigo mismo. Así que, si quieres hacer planes por tu cuenta, toma nota de esta recomendación.
Ahora que las tardes comienzan a ser más cortas y en la playa comienza a refrescar al caer la tarde, no hay nada mejor que disfrutar de una buena merienda y acompañarla de un buen libro. En la calle Ancha, una vía en la que siglos atrás era el escenario de las tertulias más ilustres de la época cuenta hoy con varias cafeterías y terrazas, como La Lectora, en la que recuperarás esa esencia del pasado.
Esta cafetería literaria no es solo un lugar para disfrutar de un café. Es también un homenaje a la literatura, donde los clientes podrán sumergirse en el apasionante mundo de los libros, eligiendo cualquier título de la biblioteca para leer mientras disfrutan de su paso por esta cafetería tan especial. Además, si alguno de los libros te cautiva tendrás la opción de comprarlo y llevártelo a casa.
En este espacio cultural también sirven desayunos con pan artesano, al igual que los zumos o mermeladas. En cuanto a las meriendas, ofrecen una amplia selección de pasteles, dulces y tartas que podrás completar con frappé, tés y batidos naturales. De esta manera, los libros y las letras se convierten en el tándem perfecto para evadirte de tus obligaciones diarias.
Detrás de La Lectora, se encuentra Loly, una almeriense apasionada de la lectura que vendió su librería y se mudó a Cádiz. Esta Historiadora del Arte no perdió su pasión por los libros, así que decidió emprender esta aventura llamada La Lectora, para seguir cautivando lectores de la manera más dulce posible.
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