El Parque Natural de la Bahía de Cádiz esconde múltiples secretos con gran encanto. No solo por su paisaje, también por el ecosistema que lo conforma. En Chiclana existen varias rutas que pueden realizarse a través de las salinas, así que en esta ocasión nos desplazamos hasta la carretera de La Barrosa, concretamente a la altura de la urbanización de Las Mogarizas.

En esa carretera, antes de llegar a la Venta Alegría y al restaurante Popeye, podemos aparcar el coche e iniciar la ruta cruzando la puerta de acceso que nos indica que nos encontramos en las Salinas de Carboneros. El camino es bastante cómodo y sencillo y puede realizarse caminando o en bicicleta.

Punto exacto para comenzar el sendero

Nada más comenzar encontraremos la casa salinera de Carboneros y podemos elegir si seguir hacia delante o girar a la derecha. Desde este punto comienzan los laberintos de agua y sus canales por los que se conducen el agua hasta la zona de cristalización de la sal.

A medida que avanzamos por la ruta encontraremos el caño de Carboneros a nuestra derecha, el cual está alimentado por el de Sancti Petri. Mientras que a la izquierda queda el antiguo estero de la salina, sin duda alguna, uno de los lugares favoritos de los ornitólogos donde recomendamos descansar y observar aves como flamencos o cigüeñas, entre otros. También es muy divertido pasear mientras observas cómo miles de cangrejos van escondiéndose a la vez que vas caminando cerca de ellos. 

Paisaje durante la ruta de la Salina de Carboneros

Después de saborear la naturaleza toca poner fin a nuestro recorrido. Para ello, podemos regresar sobre nuestros pasos o seguir avanzando hasta salir por la urbanización de los Gallos y volver por la carretera. Depende del recorrido que hagas y el tiempo que te tomes en disfrutar de la ruta realizarás entre 30 y 60 minutos de casi 3 kilómetros (si eliges el recorrido largo).