Seguramente hayas visto alguna vez estas plantas mientras hacías alguna ruta de senderismo por la Sierra de Cádiz. Se trata del gamón y pertenece a varias especies del género Asphodelus, familia de las Liliáceas. Según informa Turismo de Ubrique, estas plantas desarrollan un tallo de 60 a 150 cm y poseen en su extremo superior racimos de flores de color blanco en las que destacan líneas de un tono marrón-naranja y estambres libres y grandes. Entre sus peculiaridades se encuentran sus frutos, los cuales son unas cápsulas redondas de color verde que guardan en su interior las semillas. 

Pero, ¿Qué las hace especial para los vecinos de Ubrique? Estas abundantes plantas de la sierra gaditana se convierten cada mes de mayo en las protagonistas de una de las fiestas más singulares de España. Se trata de la Fiesta de la Crujía de Gamones, una peculiar fiesta que se celebra en Ubrique cuando llega el mes de mayo. Está declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía y este año tendrá lugar el sábado 6 de mayo. El gamón es el elemento principal de esta fiesta y para ello, el pueblo se engalana decorando sus calles y encendiendo candelas para explotar un gamón a la salud de quien más uno quiera. 

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Esta bonita planta que adorna los senderos de la Sierra de Cádiz y florecen en primavera son las encargadas de darle la bienvenida a mayo de una manera muy singular. De hecho, durante la primera semana de este mes los vecinos de Ubrique suben a la sierra para recolectar miles de gamones que luego serán quemados en la hoguera. La peculiaridad de esta planta es que una vez que se calienta, se golpean los bulbos contra las piedras y provocan un ruido similar al de los petardos.

Se cuenta que antiguamente se utilizaban los gamones para ahuyentar a los lobos de la Sierra de Cádiz. Según informa Cádiz Turismo, también cuenta la leyenda que el origen de esta tradición se remonta a la ocupación francesa en España, cuando las tropas de Napoleón intentaron invadir Ubrique y los vecinos para ahuyentarlos explotaban los gamones contra las rocas para que los soldados creyeran que iban armados.