Además de ser el puente entre Europa y África y el límite entre el Mediterráneo y el Atlántico, Tarifa ha sido a lo largo de los siglos una zona estratégica que ha sido habitada desde la prehistoria por fenicios, romanos, musulmanes y cristianos.

Como legado de esta historia queda el Castillo de Guzmán el Bueno, datado en el siglo X y considerado el más meridional de Europa. Además de ser un monumento histórico de Bien de Interés Cultural. Después de la conquista cristiana en 1292 por el rey Sancho IV El Bravo, el origen de esta construcción marca un antes y un después en la historia de la ciudad. Cuenta la leyenda, y también la historia, que Alfonso Pérez de Guzmán El Bueno prefirió sacrificar a su hijo antes de entregarle el castillo a los musulmanes.

Una parte del interior del Castillo de Guzmán el Bueno

Su función era militar hasta 1989 y desde entonces se siguen realizando investigaciones arqueológicas y obras de restauración para mantener la esencia defensiva tanto en sus puertas, torres y muros. Actualmente el Castillo cuenta con tres salas. La sala de Técnicas Constructivas donde se representan la soga, tizón y tapial como las técnicas fundamentales del castillo. La sala de Tarifa Fortificada en el que puede verse las distintas armaduras y réplicas de armamento medieval y moderno, junto a planos del Castillo y de la ciudad. Y por último, la sala del Mar en el que se realiza un recorrido por toda la historia de Tarifa, desde la Prehistoria hasta nuestros días.

Actualmente se puede elegir tres tipos de visitas: el Castillo de Guzmán el Bueno y Centro de Interpretación, el Castillo de Guzmán el Bueno y Adarve; o simplemente el Adarve. Los lunes y martes el Castillo permanece cerrado, así que las visitas son de miércoles a domingo de 10:00 h. a 16:00 h. Siendo este día la entrada gratuita durante las dos últimas horas de apertura. Para conocer los precios y las tarifas reducidas puede visitar este enlace.