La transformación que llevó a Sergio Ortuño al Cádiz CF
El centrocampista refuerza la plantilla de cara a la próxima temporada
Chiclanero seguido por el Cádiz CF pone al Mirandés a un paso de Primera División

Cádiz/El Cádiz CF se movió con mucha anticipación para poder hacerse con uno de los futbolistas más destacados de Segunda División. Sergio Ortuño acababa contrato con el Eldense el 30 de junio y era libre para definir su futuro desde el pasado 1 de enero. La rapidez con la que se desenvolvieron desde la entidad cadista fue clave para que el centrocampista se comprometiese para las próximas tres campañas. Era un futbolista que gustaba mucho y su aterrizaje es una realidad para dar lustre a la medular del conjunto amarillo.
El medio da un paso más en su carrera al enrolarse en una escuadra que en teoría aspira al ascenso a Primera División después de sufrir el amargo trago del descenso con el Eldense, el equipo de su tierra. Jugar en la élite es el siguiente reto de un jugador que no para de crecer y está más que asentado en la categoría de plata. Ahora va a por la de oro ataviado con la elástica amarilla.
Sergio Ortuño sobresalía desde pequeño por su calidad en el manejo del balón. Apuntaba maneras y fue progresando no sólo con la pelota sino también con su brillante desempeño táctico. Era y es un privilegiado a la hora de entender el juego.
El joven nacido en Elda (Alicante) hace 26 años despuntaba por su calidad desde que empezó a darle a la pelota. No era nada sencillo arrebatarle el esférico y desde sus inicios atesoraba una enorme capacidad para dar el último pase para que el compañero de turno acabase la jugada.
Sus indudables cualidades futbolísticas se topaban con una limitación. Era un jugador pequeño y durante su etapa de cadete y juvenil no fue fácil que contasen con él. Sin embargo, su talento y desparpajo le llevaron a ser captado por la cantera del Deportivo de La Coruña y con el Fabril debutó con 18 años en la entonces denominada Segunda B.
Sergio Ortuño era un jugón y le faltaba ese plus físico que empezó a adquirir para tener más opciones de cuajar en el fútbol profesional. Se puso a ello, echó las horas que fueron necesarias y su evolución física le llevó a convertirse en un jugador fuerte sin perder un ápice de talento. Es un futbolista más completo, capaz de competir en el cuerpo a cuerpo, con músculo y creatividad, con trabajo y calidad. Y con regularidad.
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