Un rival al borde del abismo
El Cartagena coquetea con el descenso y sufre una grave crisis económica
El Cartagena llegará el domingo al estadio Ramón de Carranza acuciado por la urgente necesidad de sumar los tres puntos en su desesperada lucha por evitar el hundimiento a Tercera División. El conjunto albinegro ocupa el puesto de promoción por la permanencia -16º-, con un solo punto de ventaja sobre la zona de descenso y dos por encima del colista, El Palo.
La dura realidad ha llevado al Cartagena de ser uno de los teóricos candidatos a meterse en la fase de ascenso antes del comienzo de la temporada a tener que apretar los dientes en el sprint final del campeonato para intentar lograr la salvación. Nada menos que 28 separan al líder del grupo IV y al conjunto murciano, en el que militan los ex cadistas Ceballos, Jorge Luque y Gato. El defensa y el medio pasan de pelear el curso pasado por el ascenso en el Cádiz a jugar ahora por no bajar a Tercera.
En este contexto, se puede dar el caso de que el domingo se mida un equipo como el Cádiz que quizás no necesite los puntos -si el UCAM pierde el sábado y el Almería B no gana- y otro como el Cartagena que se juega la vida deportiva y quién sabe si la supervivencia de la entidad.
La crisis del Cartagena no se ciñe a la parcela deportiva y también se extiende, de manera grave, al apartado económico e institucional. El club, bajo la propiedad de Sporto Man 2020 (empresa de Javier Martínez), acaba de entrar en concurso de acreedores con una deuda pendiente de cuantificar pero que gira en torno a los 4 millones de euros. Los dueños, que heredaron la mayor parte de esa deuda, tampoco han afrontado sus obligaciones y no pagan las nóminas de futbolistas y cuerpo técnico desde hace meses. El administrador concursal debe emitir un informe en los próximos días en el que explique si el Cartagena es viable o no. Para que la entidad pueda continuar necesita de manera urgente 200.000 euros y otra cantidad similar para poder acabar la temporada.
Los continuos impagos a la plantilla han generado una fuerte tensión entre los jugadores y el club. Tres jugadores se marcharon ante la falta de cobro (Abenza, Nacho Neira y Pablo Pallarés). En los últimos partidos dirimidos en Cartagonova, los futbolistas han protestado -no disputan el primer minuto una vez empezado el partido- y no han dudado en dedicar gestos de malestar dirigidos al palco, donde se suele sentar el presidente, Javier Marco, que sin embargo no aparece por las oficinas de la entidad.
El presidente del Cádiz desde el verano de 2012 hasta mayo de 2014, el cartagenero Florentino Manzano, colaboró con el club de su ciudad en la primera parte de la actual temporada, pero dio un paso atrás ante los continuos incumplimientos de los propietarios. El abandono que sufre la entidad ante la espantada de su presidente Marco ha propiciado la creación de la plataforma Salvemos al Cartagena, integrada en su mayor parte por aficionados, que trata de aportar su grano de arena en la búsqueda de una solución para el club. Han tratado de buscar dinero para los jugadores y proponen que una gestora se haga cargo de la gestión hasta el final del presente ejercicio.
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