El Cádiz CF ya sabe cómo se las gasta la Primera División. No sólo por enfrentarse a los más grandes del fútbol español. Ese es uno de los alicientes. Pero también hay inconvenientes. Uno de los hándicaps es que ahora pasa a ser un equipo pequeño y, como tal, las decisiones arbitrales no van a caer precisamente de su lado. Todo lo contrario.
El segundo gol del Sevilla, el que inclinó la balanza hacia el cuadro visitante hasta el extremo de decidir el partido, estuvo precedido de una clara falta cometida por Óscar Rodríguez sobre Choco Lozano. Se vio de manera diáfana y las imágenes se han compartido en redes sociales, como en la cuenta de Valentín El Fenicio. Lo arrolló, el hondureño perdió el balón tras caer al suelo y de la falta no señalada por el árbitro Medié Jiménez nació la jugada del 1-2.
Ya que la televisión no tiene ganas de poner la repetición de la falta al choco, aquí la tenéis, no se que mas le tienen que hacer para que pite falta pic.twitter.com/2RFeAkld1F
— Valentin El Fenicio (@Valentin_d_cadi) September 27, 2020
Los jugadores del Cádiz CF protestaron indignados. No se explicaban por qué no se miraba lo que había sucedido, pero el colegiado no quiso saber nada. El perjudicado era el pequeño. El beneficiado, el grande.
El trencilla se tragó la falta, no acudió a revisar la jugada al monitor que hay junto al túnel de vestuarios. No fue una acción cualquiera. Fue la jugada clave del partido, ya en el minuto 89. ¿Por qué no pitó el árbitro una falta tan clara? ¿Por qué ni siquiera fue a revisar la jugada con todo lo que había en juego? Las preguntas quedarán sin respuesta. No hubo justicia sobre el terreno de juego.
De haber señalado una infracción tan clara, seguramente el encuentro hubiese finalizado con empate a uno como quedaba poco tiempo para el final.
El Cádiz CF ya sabe lo que le aguarda en Primera. Tendrá que salvar numerosos obstáculos para poder pelear por la permanencia.
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