El reloj de la planificación empieza a avanzar en contra del Cádiz CF
Llega el tramo final del mercado veraniego y quedan todavía demasiados frentes abiertos
Lío en el centro del campo del Cádiz CF: Garitano pide un medio más cuando tiene seis
Cuando el pasado 1 de junio el Cádiz CF cerraba la temporada 2024/25 con una derrota en el campo del Oviedo (2-1), el tiempo era una extensión al que no se veía final y el margen de maniobra resultaba hasta excesivo. "Queda mucho mercado", ha sido la frase favorita hasta hace relativamente poco. Decirlo ahora tendría hasta un punto irresponsable.
La primera ventana de incorporaciones entra en su fase más decisiva, el tramo final cuando a la hora prevista se produzca el cierre el 2 de septiembre, y al Cádiz CF se le acumulan las tareas de manera perceptible. No cabe duda que hay gestiones que no son fáciles por el propio desarrollo del mercado, si bien otros aspectos -los descartes- que se saben desde el ocaso del mes de mayo, están aún a menos de la mitad de su ejecución.
Gaizka Garitano, desde la educación que siempre antepone en cualquiera de sus intervenciones gane, empate o pierda su equipo, viene repitiendo que la plantilla está aún lejos de lo que desea, que faltan jugadores y sobran otros; en definitiva, tener un equilibrio.
En la rueda de prensa previa al debut en Liga, contra el Mirandés, el entrenador del Cádiz CF hablaba de la necesidad de la plantilla: un central, un jugador de banda que pueda actuar a pierna cambiada y un delantero. Luego se supo que otro centrocampista ajustaría todavía más lo que quiere para esa posición. La lentitud en las negociaciones es un clásico, pero en el caso del club gaditano hay ocasiones que esa velocidad saca a cualquiera de sus casillas. Sirva como ejemplo la tardanza hasta confirmar la cesión de Chris Ramos, con el jugador esperando varios días en Brasil.
La puerta de salida sigue abierta y a través de la misma deben pasar todavía Rubén Alcaraz, Gonzalo Escalante, Rubén Sobrino y Francisco Mwepu. En algunos de estos casos hay contratos importantes, aunque por encima de esto manda un denominador común: nadie se quiere mover salvo que pasen por caja y reciban lo que está firmado, a lo que se niega y quizás no pueda llegar la entidad.
La segunda jornada está en camino y los deberes se acumulan para Juan Cala, quien también tiene en la mesa, además del Atlético Sanluqueño, resolver la situación de esos canteranos casi a caballo entre el filial y los profesionales, especialmente Nico Junior y Marcos Denia, sin olvidar a Álvaro Bastida, aquella promesa que tan joven debutó en el primer equipo.
Los días avanzan hasta el ya cercano 2 de septiembre y el miedo del cadismo busca instalación por lo que pueda pasar para que luego nada le pille por sorpresa. A más de uno le da que el Cádiz CF se puede 'comer' a algún descarte y, sobre todo, que el entrenador se quede sin alguna de las peticiones.
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