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El referente se rompe

  • La escalofriante entrada de Papu deja fuera de combate a José Mari para el resto de la temporada al sufrir una lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha

José Mari es agarrado por un contrario en un partido.

José Mari es agarrado por un contrario en un partido. / jesús marín

La terrorífica entrada que el zaragocista Papu realizó a José Mari en el primer minuto del encuentro disputado en La Romareda el pasado día 9 deja fuera de combate al centrocampista del Cádiz, que se despide de la temporada después de ser operado en la mañana de ayer de su rodilla derecha. En la artroscopia a la que fue sometido se confirmaron los peores temores. Se le detectó una lesión en el menisco externo y en el ligamento cruzado anterior, por lo que los médicos que desarrollaron la intervención decidieron hacer a una plastia en ese ligamento dañado. A partir de ahora empieza la cuenta atrás para volver a la actividad, aunque el jugador tendrá que armarse de paciencia y cumplir plazos. Son al menos siete meses de baja y el objetivo es ponerse a punto de cara a la campaña venidera.

"El futbolista se pierde lo que queda de temporada. La familia cadista le envía un fortísimo abrazo y una pronta recuperación", indicaron desde la entidad.

Papu, jugador del conjunto maño, pisó con los tacos de su bota hasta doblarle la pierna derecha a José Mari. El árbitro ni siquiera le mostró una simple cartulina amarilla al infractor, como si nada hubiese pasado. Pero sí que había pasado. El autor no recibió castigo por esa escalofriante entrada y el roteño, todo pundonor, aunque jugó casi toda la primera parte, llegó un momento en el que ya no pudo más y tuvo que marcharse al vestuario. Estaba roto aunque todavía no sabía que el de La Romareda iba a ser el último último partido de la temporada para un futbolista considerado clave por su compromiso, su calidad, su entrega, su liderazgo tanto dentro como fuera del campo, su capacidad para transmitir energía positiva, la que ahora le dará fuerza para salir adelante. Está bien rodeado y cuenta con el cariño del universo cadista. Las redes sociales echaron humo ayer en señal de apoyo al roteño. Cuando se recupere seguirá con el escudo del Cádiz en su pecho porque unos días antes de sufrir la grave lesión renovó su contrato hasta de 30 noviembre, con posibilidad de ampliarlo hasta su retirada. La aportación de José Mari había aumentado en los últimos tiempos dada su capacidad para poner en marcha las acciones a balón parado. De sus botas partieron numerosos saques de esquina que acabaron con remates a gol de algunos de sus compañeros. El Cádiz había crecido en la estrategia gracias a sus roscas en los centros.

El entrenador, Álvaro Cervera, nunca ha ocultado su predilección por José Mari, al que en más de una ocasión ha puesto como ejemplo. El técnico se las tiene que apañar sin él a partir de ahora, aunque en la plantilla hay otros medios que también aportan calidad y consistencia: Jon Ander Garrido, Rafidine Abdullah y Álex Fernández.

Recorrer el largo camino que resta hasta el final de la temporada con sólo tres medios es un riesgo que no piensa correr el club, que ya se pone manos a la obra en busca de un futbolista que se pueda desenvolver en esa zona. Quique Pina y Juan Carlos Cordero ya trabajan en esa dirección con el objetivo de reforzar el plantel en próximas fechas. No es fácil sustituir a un jugador como José Mari.

La plantilla se queda sin un jugador clave en la mejoría del equipo. El Cádiz se tropezó con un bache de ocho jornadas sin ganar justó cuando él estuvo lesionado -tuvo problemas en un tobillo en el arranque del campeonato que le obligó a parar- y cuando reapareció y cogió ritmo de competición su participación coincidió con la escalada de un equipo que pasó de la la 16ª a la segunda plaza.

José Mari es feliz en el Cádiz pero no ha tenido suerte en el apartado físico. Le toca decir adiós a la temporada de manera prematura en su segundo percance del curso, en este caso de mayor alcance.

En el ejercicio 2015/16, el primero como futbolista del Cádiz, el roteño empezó a competir a partir de la octava jornada después de superar unas molestias. Debutó de forma oficial en los últimos minutos del choque contra el Rayo Vallecano que los amarillos perdieron con claridad (3-0), pero desde su entrada el equipo empezó a remontar posiciones hasta ubicarse en las alturas. Pero de nuevo tuvo que parar más de un mes -desde mediados de diciembre hasta finales de enero- al tener que ser operado de una hernia inguinal de la que se recuperó a tiempo para ayudar a sus compañeros en el segundo tramo del curso.

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