La historia de cada año empieza a repetirse. El Cádiz CF comienza a sufrir decisiones arbitrales que le perjudican y le impiden atesorar más puntos de los que debería tener.

El conjunto amarillo habría llegado a la última jornada de la pasada 2021/22 con la permanencia asegurada de no haber padecido varios arbitrajes en contra, como el de aquel partido en Mallorca en el que fue masacrado por Carlos del Cerro Grande en el campo y Alejandro Hernández Hernández en el VAR.

El Cádiz CF se atasca en la zona de descenso en los primeros compases de la campaña 2022/23 arrastrado por sus propios errores y también por los de los colegiados.

Para no perder costumbre, el cuadro gaditano se topa con la losa arbitral que dificulta su avance. Lleva seis puntos pero podrían ser más. Empató los dos últimos encuentros que pudo haber ganado de haber contado con decisiones acertadas del juez de turno. La interpretación es siempre en contra. El día de la marmota.

En el duelo ante el Espanyol (2-2), un claro agarrón sobre Rubén Sobrino dentro del área en los últimos instantes el partido quedó sin ser señalado. Un penalti claro que se comió Hernández Hernández (sí, el del VAR en Mallorca el pasado curso). Es fácil pitar penalti en contra de los amarillos y de momento imposible que caiga uno a favor. El balance es delatador: han lanzado cuatro sobre la portería defendida por Conan de Ledesma (el segundo de la Liga tras los cinco que lleva el Elche) y en el área contraria el punto fatídico permanece intacto.

Una semana después, en el reciente choque contra el Girona, Ricardo de Burgos Bengoetxea no sólo dio ocho minutos más del 90 sino que permitió que se jugase más del 98 y fue con el tiempo ya vencido cuando se produjo el penalti que evitó el triunfo del Cádiz CF. Nunca se debía haber llegado a esa jugada. El partido estaba acabado pero el colegiado no pitó el final, dejó seguir y llegó la jugada decisiva.

Los amarillos fueron perjudicados una vez más, por segunda semana consecutiva. De ganar a empatar por otro error. Los fallos arbitrales ha hecho perder al Cádiz CF cuatro puntos en sólo nueve capítulos ligueros. Podría tener diez y respirar tranquilo en la zona media de la clasificación. Pero la realidad es otra. Sufre con media docena en la penúltima posición.

Ser un equipo pequeño en Primera es complicado. No sólo para el Cádiz CF. Al Elche le anularon un gol en Valencia el sábado 15 de octubre al no aplicar el árbitro una clara ley de la ventaja. Un escándalo. Ese tanto hubiese otorgado al colista el triunfo en Mestalla.