El miércoles regateó a los periodistas en El Rosal, pero ayer dio la cara en la sala de prensa del Ramón de Carranza. "Me pueden decir que soy bueno o malo, pero nunca faltarme al respeto". José Serrano defendió a capa y espada su profesionalidad tras el altercado que tuvo el pasado domingo con un aficionado del Cádiz una vez consumado el empate ante el Lucena. "No quiero darle más importancia al tema, pero que quede claro que soy un buen profesional; lo doy todo en cada día de trabajo y me cuido antes y después de los partidos", zanjó el zaguero dejando claro que cumple "con el régimen interno del club".

"A todos nos duele pinchar, no sólo a los seguidores", añadió José Serrano antes de mostrar su optimismo: "Ya hemos desaprovechado una final y ha que ir partido a partido; el objetivo es jugar la fase de ascenso y el equipo está hecho para lograrlo".