Por qué el Cádiz CF no es un equipo fiable
El conjunto amarillo no termina de mostrar solvencia
El cuadro gaditano tiene mucho que mejorar para poder estar arriba
Los espantosos números del Cádiz CF en casa
Cuando el Cádiz CF afronta el compromiso de turno, es difícil predecir cuál será su versión. Más que generar juego, teje un manto de dudas que dificulta su recorrido en el tramo inicial de la temporada 2024-25. Su teórica condición de favorito al ascenso tras militar los últimos cuatro años en Primera División no se corresponde en la práctica con los resultados, que no son del todo buenos. Lleva el mismo número de victorias (dos) que de triunfos.
La realidad es que no termina de encontrarse a sí mismo ni en el plano colectivo ni en el personal. El Cádiz CF ahora mismo tiene poco de equipo y mucho de efectivos deslavazados que no se sabe muy a lo que juegan. Es un conjunto de individualidades que por sí solas pueden llamar la atención en Segunda División pero que de momento no encajan como grupo sobre el césped. Y eso que hay una base intacta de la pasada campaña.
Los números reflejan lo que hay a día de hoy: un equipo sin rumbo fijo que presenta una cuenta con menos puntos (9) de los que se ha dejado en el camino (12) en siete capítulos del campeonato. Todavía son pocas las hojas arrancadas del calendario y la esperanza es que el futuro sea mejor que el presente. Hay 35 episodios por delante que dan margen para la reacción. La pregunta es si el equipo amarillo será capaz de poner la velocidad de crucero.
Estas son algunos factores que hacen que el Cádiz CF no sea un equipo fiable en este momento del curso:
Irregularidad: Salvo excepciones, al equipo le cuesta extender en el tiempo un rendimiento notable a lo largo de los encuentros. Funciona a tirones, con poca continuidad en el juego y la sensación de que el rival le puede puede hacer daño.
Vulnerabilidad: Es evidente que el conjunto de Paco López tiene problemas en su sistema defensivo. Es posible que sea el principal obstáculo que entorpezca su evolución en la competición. No sólo falla la zaga, es una cuestión que afecta a todo el grupo. Quiere ser un equipo ofensivo pero se olvida de cuidar la faceta de la destrucción y es sorprendido con frecuencia a la contra. Le cuesta correr hacia atrás y es habitual que los adversarios se incorporen en segunda línea, por el centro y las bandas, con escasa oposición. Ha dejado la portería a cero sólo una vez en siete partidos. El Eldense sumó hasta 15 remates.
Difcultades en ataque: El equipo sufre cuando el contrincante se cierra alderedor de su área. Le cuesta generar y más cuando va con el marcador en contra. Hay espesura en el centro del campo.
No impone su juego: Se suele jugar a lo que quiere el rival (el duelo ante el Eldense es el ejemplo más cercano) mientras un conjunto experimentado como el amarillo no es capaz de tirar de oficio para dar un golpe sobre la mesa.
No es compacto: El Cádiz CF empieza como un bloque que no tarda en romperse cuando a los jugadores que atacan les cuesta volver. Líneas separadas y facilidades al contrincante.
Fragilidad anímica: El equipo sufre empanadas mentales cuando se ve abajo en el marcador. Entran las prisas, se amontonan las imprecisiones, cunde el nerviosismo, aumenta el desacierto y a la postre vuelan los puntos.
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