La 'operación salida' del Cádiz CF está estancada

Pasan los días y las semanas y en el Cádiz CF no hay noticias de la marcha de algún jugador de los que no cuentan para Gaizka Garitano. El grupo de 'señalados' es grande, pero a la hora presente todos están haciendo valer el contrato firmado, con vigencia más allá de este próximo 30 de junio, para seguir en el club gaditano.

El problema irá en aumento cuando el 7 de julio comience la pretemporada y el entrenador del Cádiz CF tenga que empezar a dar forma a su proyecto, el de la campaña 2025/26, con más futbolistas de los deseados y que, en un principio, no entran en los planes.

En las últimas comparecencias de prensa de Garitano antes de acabar la pasada Liga, el vasco dejó claro que tanto él como Juan Cala iban a ponerse de inmediato con la toma de decisiones, fijando el lunes 2 de junio como el día para plantear a cada jugador su nueva situación. Sin duda, la parte más amarga de esas reuniones afectó a futbolistas con contrato que no tienen cabida en el plantel. Son los casos de José Antonio Caro, Fali Giménez, Rubén Alcaraz, Gonzalo Escalante, Brian Ocampo o Rubén Sobrino, si bien podría entrar alguno más que ahora mismo está en el límite entre continuar o decir adiós dependiendo de las incorporaciones.

Hay un denominador común en todos estos jugadores en cuanto a aferrarse a su lugar en el equipo, y la mejor prueba de esto es que casi un mes después de conocer su situación ninguno ha cambiado de aires previo acuerdo con el Cádiz CF, que no parece que vaya a ser fácil.

La cuestión es que se debaten entre presionar con quedarse en el Cádiz CF o salir previo pago del contrato que tienen firmado, lo que dificulta cualquier operación por lo que supone a efectos económicos para la tesorería del club. De ahí a la enorme complejidad para que se produzca la salida de esos futbolistas para dejar espacio en el vestuario y que no sean un problema para la entidad.

Lo peor de todo es que esa lentitud tan habitual cada verano en la llamada 'operación salida', dará lugar a que cuando Gaizka Garitano se ponga de nuevo al frente de la plantilla en el arranque de la pretemporada, comprobará que tiene que trabajar con un grupo de jugadores que no deberían estar en 'nómina' a mediados de agosto cuando comience la Liga. Todo ello sin olvidar que a medida que se produzcan llegadas sin que los descartados abandonen el 'barco', el número de efectivos en cada entrenamiento podría estar muy por encima de lo normal e incluso aconsejable en fechas veraniegas.

Apenas restan diez días para que las instalaciones de El Rosal recuperen el protagonismo que tienen durante el año con el trabajo del primer equipo del Cádiz CF, y la tarea pendiente es grande tanto para la llegada como para la salida, teniendo en cuenta que una cosa depende de la otra. Son las pautas de los mercados, especialmente en la primera ventana de incorporaciones, y la gran dificultad de 'soltar lastre' y contratar efectivos que, en el caso del Cádiz CF, estén a la altura de un proyecto que el curso próximo debe buscar el ascenso.