Una de las claves del decaimiento que padece Cádiz Club de Fútbol está relacionada directamente con la falta de gol. Más allá de los problemas en el desarrollo del juego, el equipo amarillo las pasa canutas para fabricar ocasiones y cuando las genera la portería contraria parece más de futbolín que de fútbol. No hay quien marque un gol. Sufre un atasco que se refleja en los números con meridiana claridad.

El Cádiz sólo ha marcado un tanto en los últimos cuatro compromisos y ya es el conjunto menos goleador de LaLiga 1|2|3 con cuatro dianas en siete jornadas, las mismas que llevan otras dos escuadras instaladas en la parte trasera, el Rayo Majadahonda y el Nástic de Tarragona, este último próximo visitante del estadio Carranza el domingo día 7 a las ocho de la tarde.

El promedio anotador del Cádiz CF es de poco más de medio gol por partido, una cifra que le hace retroceder posiciones en la tabla. Marcó un gol en cuatro citas -ante el Almería, Numancia, Oviedo y Albacete- y en las otras tres su casillero se quedó a cero. Álex Fernández (dos), Ivan Kecojevic y Dani Romera son los únicos que han aportado en la faceta más importante del fútbol. Sólo tres jugadores de la plantilla han visto puerta y sólo uno de ellos es delantero -Romera-. Si no hay más que tiren del carro no lo tendrá nada fácil para remontar el vuelo.

La enemistad con el gol del conjunto amarillo le impide acercarse a los mejores del campeonato. En sólo siete capítulos el Granada, el equipo más atinado en el remate, ha marcado diez tantos más que la escuadra de Álvaro Cervera. Los rojiblancos acreditan 14 dianas y desde la segunda posición se postulan como claros candidatos al ascenso a Primera División.

La falta de puntería acarrea como consecuencia inmediata la pérdida de posiciones. El Cádiz pierde fuelle en la clasificación al pasar de ocupar plazas de la parte de arriba de la tabla en las primeras jornadas del campeonato a coquetear de manera peligrosa con la zona de descenso. Es el inquilino del 17º puesto con un solo punto de margen sobre el sótano.

La derrota sufrida en el terreno del Tenerife y la anterior frente al Alcorcón ha hecho mella en la plantilla, que trata de rearmarse en el plano anímico y también en el futbolístico para afrontar el siguiente encuentro en busca de una victoria que se resiste. Los jugadores son conscientes de que deben dar un paso al frente. Son seis jornadas consecutivas sin ganas: empate ante el Numancia, otro empate frente al Oviedo, igualada con el Albacete, derrota contra el Mallorca, nueva derrota ante el Alcorcón y partido perdido frente al Tenerife.

El duelo contra el Nástic adquiere una relevancia inesperada al tratarse de una cita entre dos equipos en apuros que atraviesan una situación similar. Comparten el problema de la falta de puntería y sólo hay un punto de diferencia entre ambos -seis tienen los gaditanos y cinco los catalanes-. Los de Cervera están obligados a vencer en su feudo para huir de la zona peligrosa. Una derrota le metería de lleno en los puestos de descenso.