Ni el más arriesgado de los apostantes se atrevería a jugarse un solo céntimo a ninguna variante que coloque al Cádiz fuera de la primera posición en la última secuencia del campeonato. El conjunto amarillo cumple con fidelidad el guión y no se desvía un milímetro de la senda trazada que conduce a la fase de ascenso por la vía rápida. El empate obtenido el pasado domingo en el incómodo terreno de El Palo adquirió un valor de tres puntos: el atrapado en el Municipal San Ignacio de la barriada malagueña más los dos que se dejó el UCAM Murcia en el campo de La Hoya Lorca.

La escuadra entrenada por Claudio Barragán tiene en su mano el puesto más deseado, que será suyo de manera definitiva a finales de abril o principios de mayo si nada cambia hasta entonces. Mantener el nivel competitivo en los compromisos venideros se antoja clave para que los amarillos ostenten en propiedad la corona del grupo IV más pronto que tarde. La única forma de evitar sorpresas desagradables es no descansar hasta que la primera plaza sea inalcanzable para los demás. Si se mantiene la tendencia, el cuadro cadista sería campeón a falta de dos jornadas, con lo que dispondría de tres semanas para preparar la eliminatoria entre líderes.

Sólo restan seis capítulos para el epílogo del torneo de la regularidad, es decir 18 puntos en liza. En el supuesto de que el único rival que le discute el liderato, el UCAM Murcia, gane todos sus partidos, a los gaditanos les basta con acumular diez puntos más para certificar su condición de privilegio a la hora de afrontar el play-off. Esa decena de puntos necesaria a priori irá decreciendo a medida que su rival directo vaya dejando de sumar.

Un punto le falta al Cádiz para entrar de forma matemática en el play-off. Si empata contra la Balona, seguirá jugando después de la 38ª jornada. Pero ese objetivo está tan asumido en el interior del vestuario que lo único que le vale a la plantilla es llegar como primero. Tres encuentros en casa tiene por delante el Cádiz y otros tantos en territorio ajeno. Sacar adelante las tres citas en el estadio Carranza podría ser suficiente para llegar a la siguiente fase con el marbete de campeón. Por el santuario cadista tienen que pasar Balona (próximo sábado a partir de las seis de la tarde), Cartagena y Villanovense. Los linenes, cuartos en la tabla, están inmersos en la dura pelea por el acceso al play-off, al igual que los extremeños, quintos clasificados. Los cartageneros, ubicados en zona de descenso, tratan de agarrarse a la desesperada a la Segunda B. Las tres salidas pendientes del cuadro amarillo son a campos de adversarios metidos en las barricadas de la dramática batalla por la permanencia: Lucena, Córdoba B y Arroyo.

El UCAM no lo tiene nada fácil para hacerse con todos los puntos que restan por disputar. Recibe en la vieja Condomina a Melilla, Sevilla Atlético y Almería B, y visita a Cacereño, San Roque de Lepe y El Palo, terrenos en los que no resulta sencillo pescar de tres en tres.

Desde que a mediados de febrero se hizo con el control, el Cádiz domina el grupo IV con la misma autoridad que el Oviedo manda en el I desde mucho antes. Ambos aventajan a su perseguidor más inmediato en ocho puntos (UCAM y Murcia, respectivamente) y nadie duda a estas alturas de la película de que el visado de campeón quedará sellado en cuestión de semanas. La distancia en ambos casos parece insalvable.

Gaditanos y ovetenses recorren caminos paralelos en busca del primer objetivo, de carácter secundario comparado con el segundo, que no es otro que el salto a la categoría de plata.

Las vidas paralelas que recorren Cádiz y Oviedo quedan plasmadas en los números que atesoran. Entre los dos se reparten los premios. El conjunto asturiano es el único que llega a los 70 puntos en la división de bronce, es el equipo que más partidos acumula en el casillero de victorias (21) y el que más goles marca (65). La escuadra andaluza es la que menos goles recibe (17) de las tres primeras categorías del fútbol nacional -junto con el Barcelona- y es la que más puntos acredita en las 13 jornadas dirimidas de la segunda vuelta en Segunda B, con un total de 32 puntos de 39 posibles.

Si Cádiz y Oviedo lo tienen bien encarrilado en sus respectivos grupos, el Nástic de Tarragona también está cerca de sellar su pase como campeón del grupo III, aunque la distancia con el segundo, el Huracán Valencia, es en ese caso de seis puntos. En el II, la igualdad es máxima y el Huesca sólo tiene un punto más que el segundo, el Real Unión de Irún.