De frente contra la Segunda B

Hay una máxima en Segunda B que indica que para ser el mejor o de los mejores hay que demostrarlo en todos los campos, en los buenos y en los que no lo son tanto. El Cádiz ha dado la cara en el Iberoamericano, frente al San Fernando, y en sus dos compromisos consecutivos en el Ramón de Carranza. Dos escenarios con buenas condiciones que favorecen a los equipos llamados a tirar del carro. Pero el domingo el conjunto de Raúl Agné se encontrará de frente con ese otro fútbol de la categoría de bronce que representa el campo de San Pablo, en Écija.

Las citas en suelo astigitano han sido de las más temibles en las once ocasiones en las que los amarillos han acudido al feudo azulón. Estamos ante un encuentro diferente a cualquier otro por diversas circunstancias, aunque principalmente por lo que representa jugar en el campo de San Pablo. El Écija es el equipo que acumula más temporadas de forma consecutiva en el grupo IV de Segunda B (la actual es la 16ª), lo que es un grado en cuanto a saber más que el resto. Pero, además, tiene de su casa un fortín que durante la última década y media le ha dado muchas alegrías en forma de permanencias que parecían imposibles.

Jugar en el San Pablo es hacerlo en un terreno de juego mucho más pequeño que el Iberoamericano y el Carranza, cuyo césped no siempre está igual de bien que en el recinto isleño y en el gaditano, sobre todo en esta fecha que todavía la temperatura es elevada. Jugar en el San Pablo es saber que le pelea deportiva está servida desde que el colegiado pita el inicio. Pocos metros para 22 jugadores, las líneas muy juntas y una auténtica batalla cerca de las áreas para cazar o despejar la infinidad de balones que llegan a esa zona con un simple despeje o pase en largo.

En el San Pablo tiene más que ganar un equipo conservador, que se cierre bien y que tenga altura para responder al aluvión de balones aéreos. En el San Pablo los laterales aparecen prácticamente para defender, pues resulta una utopía encontrar la banda libre. En el San Pablo el Cádiz se tendrá que poner de verdad por primera vez esta temporada el mono de trabajo. En el San Pablo, como en el Iberoamericano y el Carranza, también estarán en juego puntos que valen un play-off.