El Cádiz CF sufrió una nueva derrota en LaLiga, en esta ocasión frente al Espanyol en el RCDE Stadium (2-0). Un rechace y un rebote sentenciaron a un conjunto gaditano que se desinfló con el paso de los minutos y que adoleció de recursos ofensivos. De Tomás, al filo del descanso, y el cadista Chust en propia puerta fueron los autores de los tantos para los de Vicente Moreno. 

Los amarillos fueron de más a menos en la primera parte. Cervera apostó de inicio por reforzar el centro del campo, con Fali, Jonsson y Alarcón en la sala de máquinas en un once sin Negredo y con Lozano, Sobrino y Salvi como jugadores más adelantados. El chileno, con las espaldas bien cubiertas, asumió el mando del partido de inicio y por primera vez en mucho tiempo vimos a un Cádiz al que no le quemaba la pelota en los pies, pero sin remate. 

Con el paso de los minutos, y tras un interesante intercambio de golpes, el Espanyol se fue creciendo y comenzó a llegar con asiduidad a la meta de Ledesma. Raúl de Tomás, el más activo de los locales, buscó el gol con ansia y lo encontró en la última jugada del primer periodo, recogiendo un rechace del larguero a tiro de Loren Morón. Un tanto de los llamados psicológicos, un golpe duro para los amarillos justo antes de pasar vestuarios. 

El descanso no sirvió de mucho para aclarar las ideas. No terminaba de reaccionar el Cádiz, que en el 57 encajó un segundo gol que fue anulado por un claro fuera de juego de RdT. Así las cosas, Cervera movió el banquillo y metió a Perea y Álvaro Jiménez por Fali y Salvi, cambiando además el sistema para volver a su habitual 4-4-2. 

Una jugada desgraciada, de pura mala suerte, terminó de hundir al conjunto amarillo en el RCDE Stadium. Un disparo de Nico Melamed que iba directamente fuera tocó en Chust y el rebote acabó dentro de la portería de Ledesma. Negredo, Álex y Calderón saltaron al césped por Alarcón, Jonsson y Lozano en busca del milagro. 

Los tímidos acercamientos del Cádiz no bastaban para meter el miedo en el cuerpo a los locales, convencidos de que los tres puntos estaban ya en el bolsillo. De Tomás pudo además ampliar la ventaja de los suyos con un lanzamiento de falta que rechazó Ledesma. Estaba claro que la suerte no acompañaba a los cadistas, como quedó más que demostrado en el 2-0, y le faltó también a Negredo para acertar con un remate de cabeza picado a medio metro de la portería que, increíblemente, se marchó fuera.

Ya en el descuento Diego López sacó una buena mano a tiro de Álvaro Jiménez. Ahí murió cualquier opción de engancharse al partido de los amarillos, que lamentan una nueva derrota y miran ya con aires de final al duelo del próximo sábado frente al Alavés en el Nuevo Mirandilla.