A las puertas de poder obtener un ascenso muy necesario a Segunda División A, el estadio Ramón de Carranza acogió ayer el reencuentro de algunos de los protagonistas del último ascenso amarillo a Primera División, del que se cumplen diez años. Una década del día en el que el cadismo volvió a 'tocar' el cielo con la victoria en Chapín.

El Carranza recuperó ayer, por unas horas, la esencia de aquel grupo humano que llevó el delirio a toda la afición, a toda una ciudad y a buena parte de una provincia. Algunos protagonistas de aquella gesta tan sonada regresaron a un campo que poco tiene que ver con el que existía cuando ellos alcanzaron la gloria. Raúl Navas, Jesús Velázquez, Alejandro Varela, De Quintana, Abraham Paz, Raúl López, Juanjo Bezares, Manolo Pérez, Enrique Ortiz, Matías Pavoni, Andrés Armada y Oli fueron los futbolistas de aquella plantilla que ayer no faltaron a la cita. Entre los jugadores hubo ausencias esperadas, algunas justificadas por motivos profesionales o personales, como los casos de Armando, De la Cuesta, Fleurquin, Dani Navarrete, Fredi, Suárez, Mirosavljevic o De Gomar. Tampoco estuvo Espárrago. A Jonathan Sesma se le esperaba por la tarde para el partido en Elcano. A los futbolistas que acudieron se unieron José Manuel Barla, que en 2005 era el secretario técnico; Ángel Férez, que hace una década ejercía como preparador de porteros, y Nacho Bocardo, el fisioterapeuta de aquel plantel. Junto a ellos, Antonio Muñoz, el presidente del ascenso, así como históricos de diferentes épocas, casos de Manolín Bueno, Pepe Mejías y Juan José, quienes tampoco quisieron perderse la cita.

Los protagonistas fueron recibidos por el actual presidente, Manuel Vizcaíno, en el palco de autoridades del Carranza, donde desayunaron y recordaron un ascenso muy especial para todos por las ganas de aquel grupo de futbolistas que vivió un final muy feliz con el derbi provincial en Jerez. Algunos de esos jugadores no conocían el campo acabado tras la profunda remodelación, por lo que tuvieron ocasión de verlo desde la Tribuna y a pie de césped, donde inmortalizaron el momento posando con la copa de campeón de Segunda A conquistada aquel inolvidable 18 de junio de 2005, una fecha grabada a fuego en el corazón de los cadistas.